Plaga afecta a 551 mil 54 kilogramos de frutos

La mosca del Mediterráneo, una plaga que afecta gran parte de las cosechas de productores en Chiapas, provocó que se destruyeran 551 mil 54 kilogramos de frutos que albergaban a esta especie a fin de aminorar los daños en las hortalizas, puntualizó el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).

Las estadísticas mostraron que durante el 2020 (enero-octubre) se tuvieron que aplicar 16 mil trampas en el territorio local, número que representó tres mil 500 instrumentos más de los colocados durante el 2019.

Las trampas, remarcó el Senasica, se revisaron en 425 mil 922 ocasiones, lo que se traduce en 30 % más de los revisados en la pasada temporada. En los trabajos que se hicieron en Chiapas, se informó que la mayor presencia de la plaga se notó en los cafetales, situación que obligó a las autoridades a aplicar los químicos y control biológico. “Se instalaron 251 mil 673 Estaciones Cebo, las cuales utilizan atrayentes específicos a base de proteína de origen animal para atrapar a las moscas”, complementó la información.

En los datos que se han hecho públicos, se detalló que las acciones para mantener controlada a la Ceratitis capitata (Wiedemann) fueron positivas, es decir, los porcentajes que aún permanecen dentro de los cultivos permiten a los productores trabajar sus cosechas.

“El trabajo de técnicos y productores hortofrutícolas ha consolidado el estatus fitosanitario privilegiado de México, ya que es libre de más de 900 plagas exóticas de importancia cuarentenaria”, presumió el Senasica.

En ese sentido, la encargada del proyecto denominado Moscamed, Maritza Juárez Durán, aseguró que gracias a la intervención de los sectores productivos y de las autoridades locales se contuvo el avance de la plaga, también detectaron que en dos ciclos de reproducción no se encontraron huevecillos.

Aunque esta especie fue arrinconada hacia la frontera con Guatemala, el Senasica reconoció que todavía existen hortalizas o espacios donde es necesario colocar nueva instrumentación, aunque se han encontrado con la resistencia de algunos productores que no permiten el acceso de los técnicos.

Otra forma utilizada para controlar a la plaga ha sido la liberación de hasta 20 mil 248 millones de moscas estériles, sumado a 14 mil 932 millones producidas “en la planta de cría y esterilización Moscamed, ubicada en Metapa de Domínguez, Chiapas, y cinco mil 316 millones procedentes de la planta El Pino, Guatemala”.

Como método de control biológico se liberaron 882 millones de avispas parasitoides Diachasmimorpha longicaudata, las cuales son enemigas naturales de la mosca del Mediterráneo. Esta cifra es cuatro veces mayor que la registrada en el mismo periodo de 2019.

Finalmente, los datos muestran que Chicomuselo, La Independencia y Ocosingo son algunos municipios que han registrado altos índices de la larva de la mosca del Mediterráneo, situación que pone en riesgo la cosecha de productos, particularmente de café.