Con una rápida reproducción, la langosta centroamericana (Schistocerca piceifrons Walker) tiene presencia en Acala, Chiapa de Corzo, Chicomuselo, Frontera Comalapa, La Concordia, Socoltenango, Venustiano Carranza, Villa Corzo y Villaflores.
Esto podría significar que la plaga acabaría en cuestión de minutos la siembra anual de familias chiapanecas.
Al respecto, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) informó que en México, la langosta centroamericana se mantiene presente y bajo control en 64 municipios del país, ubicados en Campeche, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
La langosta ha ocasionado daños y ha realizado invasiones desde hace siglos, por lo que está considerada entre las plagas más perjudiciales del mundo.
En Centroamérica existen cuatro especies del género: Schistocerca piceifrons, Schistocerca pallens, Schistocerca nitens y Schistocerca centralis.
Sus diferentes especies devastan año tras año cientos de miles de hectáreas cultivadas alrededor del mundo, afectando de forma severa todas las plantaciones de cualquier tipo.
Dentro de las especies, la Schistocerca piceifrons tiene aptitudes para gregarizar (forma grupos) y ser más abundante, razón por la cual es más dañina para los cultivos.
En su alimentación incluye varios cultivos y vegetación silvestre, por lo que su peligrosidad radica cuando presenta un comportamiento gregario y se forman las mangas (enjambres), mismas que se constituyen hasta por unos 80 millones de individuos por km² y pueden devorar hasta 100 toneladas de alimento verde al día, generando pérdidas de alimentos y problemas económicos según una investigación del Senasica.
En México, de acuerdo a su rango de hospedantes, la langosta puede afectar gravemente 5.9 millones de hectáreas establecidas y distribuidas en 10 entidades federativas, lo que representa el 26.66% del total de la superficie sembrada a nivel nacional, con un volumen de producción de 57.9 millones de toneladas anuales y un valor de producción de 71.8 mil millones de pesos.
El maíz grano resulta tener las afectaciones mayores, ya que dicha plaga se ha instalado en una superficie aproximada de dos millones 945 mil 289 hectáreas, lo que ha significado una pérdida económica de 17 mil 601 millones 837 mil pesos.
De la misma forma, el sorgo registra pérdidas de ocho mil 626 millones 922 mil pesos; caña de azúcar, 17 mil 896 millones 265 mil pesos; frijol, dos mil 40 millones 987 mil pesos.
La naranja, cinco mil 255 millones 512 mil pesos y la soya con dos mil 21 millones 203 mil pesos.
El Senasica puntualizó que en el continente americano, además de la presencia de la langosta centroamericana (Schistocerca piceifrons Walker), especie que más daños ocasiona en nuestro país y Centroamérica, se presentan otras especies con las que generalmente se encuentra asociada: Schistocerca pallens y Schistocerca nitens.
Sin embargo, las diferentes especies que se presentan en nuestro continente son langosta centroamericana, langosta sudamericana, langosta de las Montañas Rocallosas (plaga muy importante en los Estados Unidos), langosta americana, langosta reina, langosta migratoria y varias especies del género Schistocerca, así como diferentes subespecies de Schistocerca vitticeps.
De acuerdo con la Dirección General de Sanidad Vegetal (DGSV), la langosta se encuentra distribuida en estados del sureste, de la vertiente del Golfo de México y del Pacífico. Sin embargo, las primeras dos zonas son las que representan mayor importancia, por poseer áreas gregarígenas (zonas de reproducción de la langosta).
El periodo de saltones se inicia en mayo, dando fin en agosto.
El número de mudas que presenta la langosta varía de cinco a siete horas, generalmente presentándose hasta las seis horas, con una duración entre 51 y 89 días con una media de 60 días, aproximadamente 10 días por muda.
Los adultos se presentan de julio a septiembre.
Esta generación dura de 60 a 80 días y es la que ocasiona los mayores daños al cultivo.
Daños por ninfas
El daño es ocasionado por ninfas y adultos al alimentarse de los cultivos frutales, pastos y especies silvestres. Esto se caracteriza por una defoliación total cuando las infestaciones son muy severas; observándose sólo los tallos en cultivos de maíz, soya, sorgo, caña de azúcar y frutales.
En árboles frutales, además de defoliar, comer frutos y descortezar, las mangas provocan el quiebre de ramas al posarse sobre ellas.
Según estudios internacionales, el clima, la sequía y la gregarización de la langosta se han relacionado a los fenómenos de la sequía y “El Niño”, con la plaga de langosta.