La administración federal actual ha cobrado dos billones de pesos en fiscalización y recaudación hasta el cuarto año del sexenio, mientras que el gobierno anterior cobró 1.2 billones en los seis años, lo que muestra los resultados plan maestro de fiscalización y recaudación.
Rafael Lores, especialista en fiscalización, comentó que hay un incremento de seis años a cuatro años del actual gobierno de 65 % del monto. Quien ha aportado más al erario han sido las grandes empresas, un dato duro e importante a destacar.
A finales de este año se espera la conclusión de las acciones de fiscalización generales contra las empresas factureras; poco a poco se ha ido aumentando la lista de emisores apócrifos.
Hay otro plan específico que tiene que ver con las llamadas “nomineras”, otro que tiene como base el incremento en operativos de carreteras a través de la carta porte para evitar el contrabando de mercancías.
Además, un plan del que todavía no se ve el efecto, que es el análisis y programación de partidas atípicas de ingresos y gastos; refiere a todo aquel hábito de consumo y de venta que se salga de lo normal, puede ser cuestionado a través del buzón tributario.
Por otra parte, Néstor Gabriel López, contador público certificado, dijo que el plan maestro de fiscalización y recaudación que promueve la autoridad tributaria tiene que ver con lo que se conoce como la recaudación secundaria, a través de estrategias fuera de los procesos ordinarios, como los requerimientos en el buzón tributario.
El programa pretende un cumplimiento voluntario, un deber cívico que el ciudadano debe hacer propio sin presiones, por eso también se han fortalecido herramientas de análisis como la facturación electrónica y otros medios digitales.
La autoridad ha instaurado programas muy agresivos para la emisión correcta y oportuna de comprobantes fiscales digitales por internet, que es un herramienta para el contribuyente y sobre todo para la autoridad, que exige uso de tecnologías y plataformas avanzadas que faciliten su análisis.