El Planetario Tuxtla es uno de los tres que hay en Chiapas (los otros dos se encuentran en Tapachula y Comitán) y es uno de los más grandes y modernos de toda la República. Cuenta con la más alta tecnología de proyección de imágenes en 2D y 3D de México y Latinoamérica.
En este proyecto se invirtieron más de 65 millones de pesos y fue financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el gobierno del estado de Chiapas por medio del Fondo Mixto de Fomento a la Investigación Científica y Tecnológica (Fomix).
Este recinto, ubicado en el emblemático parque de Convivencia Infantil de la capital chiapaneca, tiene un diseño arquitectónico innovador. Y el promedio de visita mensual es de mil 300 a mil 700 personas, refirió la coordinadora de este espacio, Cecilia Mera Martínez.
A diferencia de la mayoría de los planetarios, que suelen proyectar imágenes del cosmos con un objetivo con lente “ojo de pescado” ubicado en el centro de la sala, en el domo del Planetario Tuxtla, las 129 butacas (cuatro de ellas especiales, para personas con discapacidad) están dispuestas casi de la misma forma que una sala de cine convencional.
“La calidad de las imágenes 2D es en verdad sorprendente, sobre todo si se toma en cuenta que no se trata de una sola imagen, sino de dos”, explicó Cecilia Mera Martínez
“Para esto, contamos con el Sistema Digistar 4 JVC D-ILA, con sonido Dolby envolvente de 5.1 canales, compuesto por tres potentes proyectores: uno para las proyecciones en 3D al frente y otros dos para las proyecciones a domo completo (full dome), situados en ambos extremos, los cuales se acoplan gracias a un sistema de 10 computadoras interconectadas y un host central, que sincroniza las 10 secciones de imágenes, de manera que la unión de ambos proyectores, justo a la mitad de la cúpula, es imperceptible al ojo humano, lo que da una sensación envolvente, de 360 grados”. comentó.
Para las películas en 3D, el planetario proporciona lentes exclusivos para la sala, los cuales disponen de un sensor que se activa al entrar y se sincronizan con el proyector, para proporcionar al espectador una experiencia en tres dimensiones muy superior a la de las salas comerciales.
“Los temas que abordan las películas también salen un poco de los que usualmente se pensarían para un planetario, porque además de los documentales sobre fenómenos astronómicos, como el sol, la exploración de Marte, los gigantescos mundos de hielo de nuestro sistema solar o los enormes cataclismos y sucesos violentos que dan forma al universo, como las supernovas, las colisiones entre galaxias y los agujeros negros, también se pueden observar temas de nuestro espacio interior: la Tierra y sus secretos, la vida en ambientes extremos como las profundidades marinas, o las olas del mar en Tahití de la mano de un surfista profesional, por mencionar sólo algunos”, detalló Mera Martínez.
Divulgación científica
La dirección del Planetario está realizando gestiones para ampliar el repertorio de documentales (actualmente tienen ocho en total), aunque reconocen que son extremadamente caros, pues se trata de producciones especiales para el formato del domo, proporcionados por la misma compañía que construyó y equipó el planetario.
El papel de divulgación y socialización de la ciencia del Planetario Tuxtla no termina con las proyecciones. El Planetario Tuxtla ha recibido a cerca de 250 mil personas de todas las edades, y aunque tiene una marcada vocación por el público infantil particularmente los grupos escolares que todos los días asisten, muchos de ellos desde los municipios chiapanecos más apartados.
Además del domo, el planetario cuenta con espacios para actividades científicas, culturales y recreativas. La Terraza Astronómica cuenta con dos poderosos telescopios: uno solar, para observación directa del sol, sin riesgo alguno para la vista y otro para observación nocturna de la luna y otros astros. Ambos están montados en dispositivos electrónicos que localizan de inmediato los cuerpos celestes y pueden conectarse mediante fibra óptica con el domo, para que un mayor número de gente pueda apreciar algún fenómeno astronómico, como un eclipse, por ejemplo. Los telescopios también pueden desmontarse para transportarlos a distintos lugares, como sucede durante la Noche de las Estrellas, y otros eventos al exterior del planetario.
En la Sala Universo, 11 equipos interactivos permiten adentrarse en los misterios del cosmos y la naturaleza. También cuenta con una zona de talleres y ludoteca, donde niñas y niños pueden realizar actividades manuales relacionadas con la ciencia.
En el Foro Bajo las Estrellas, con capacidad para 60 personas, pueden realizarse presentaciones de libros, eventos culturales y conciertos a la luz de la luna, y en el Patio Equinoccio se pueden realizar observaciones a simple vista de las estrellas.
El Planetario Tuxtla Jaime Sabines Gutiérrez cumple la función de ser un centro de divulgación de los adelantos científicos y tecnológicos, estimula la curiosidad, la inquietud y el placer por el conocimiento, que es el caldo de cultivo propicio para el surgimiento de nuevas vocaciones científicas en el sureste del país.