Planta productora de moscas, clave para el campo mexicano

La producción semanal de más de 500 millones de pupas estériles de machos de mosca del Mediterráneo en su planta de cría y esterilización de moscas, ubicada en Metapa de Domínguez, es pieza clave para que México colabore con 17 países de América Latina y el Caribe, para fortalecer la Técnica del Insecto Estéril (TIE).

El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) mencionó que esta acción evita el establecimiento de la mosca del Mediterráneo en Chiapas y su dispersión al interior del país, lo que permite proteger 1.9 millones de hectáreas de cultivos de los principales productos hortofrutícolas hospedantes de la plaga, que tienen una producción anual de 22 millones de toneladas y un valor comercial estimado en 165 mil 729 millones de pesos.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que ha capacitado a cientos de técnicos provenientes de América Latina y el Caribe, en el manejo integrado de moscas de la fruta, lo que incluye la Técnica del Insecto Estéril, a través de cursos que se ofrecen anualmente en el Centro Internacional de Capacitación del Programa Moscamed, ubicado en Chiapas.

La autoridad agroalimentaria comentó que entre el Gobierno de México y la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), lo anterior inició a mediados de los años setenta con el establecimiento del Programa de Erradicación de la mosca del Mediterráneo en México, por lo que por más de 40 años se han establecido sinergias que generan beneficios para ambas partes.

Técnicos de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela participan en reuniones virtuales en las que discuten la importancia de regionalizar este método de control para disminuir las afectaciones de las moscas de la fruta, endémicas y exóticas.

México es representado por técnicos de la Sader Rural, que utiliza la TIE desde hace más de 40 años para combatir la mosca del Mediterráneo en la frontera con Guatemala y, desde hace 27 años, para el control de la mosca de la fruta del género Anastrepha de importancia cuarentenaria en regiones del país, cuyas condiciones ecológicas lo permiten.

El foro virtual “Fortalecimiento de la seguridad alimentaria mediante planes eficaces de gestión de plagas que utilizan la técnica de los insectos estériles como método de control”, es encabezado por el OIEA, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Los representantes de los ministerios de Agricultura de las 18 naciones coincidieron en que la producción de frutas y hortalizas es una actividad clave en la región de América Latina y el Caribe, ya que representa un impulso para la reducción del hambre, la generación de empleos y la comercialización de productos para el consumo local y el comercio internacional.

Por ello, consideraron que es indispensable atender con acciones regionales los problemas fitosanitarios ocasionados por la mosca de la fruta endémica y especies invasoras no nativas.

Este tipo de plagas, de acuerdo con información del OIEA, pueden reducir el volumen de producción de 15 a 30 por ciento en el sector agrícola, el cual contribuye en más del ocho por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de los países de la región, destacaron.

Los países de América Latina en donde hay plantas de producción de moscas estériles son México, Guatemala, Chile, Perú, Argentina y Brasil, no obstante, aunque no cuentan con plantas, otras naciones como Belice, República Dominicana, Honduras, Costa Rica y Ecuador también han utilizado la TIE.

La TIE es un método de control biológico que consiste en criar larvas macho en masa que son esterilizadas mediante rayos gamma o X, y posteriormente liberadas, de manera sistemática, en áreas con presencia de mosca de la fruta, en donde se aparean con hembras salvajes sin producir descendencia.