Para el biólogo Óscar Farrera Sarmiento, el uso de plantas medicinales “es parte de nuestra herencia popular y nuestra cultura”.
Dice que Chiapas es un estado maravilloso, rico en biodiversidad y naturaleza: “tenemos el recurso en nuestras narices, pero si no lo conocemos, es como si estuviéramos ciegos”.
Hay una amplia diversidad de plantas nativas medicinales, como el cacao o la flor de corazón, sin embargo, muchas fueron introducidas por los europeos “y tienen un gran arraigo en la cultura de los chiapanecos”, como el caso de la sábila. “La gente hasta conoce su nombre científico, te dicen aloe vera” y explica que la planta es del África y de uso muy común para curar heridas y cuestiones gástricas.
Sobre las nativas, dice que el cacao es un buen estimulante, usado principalmente en las zonas frías en chocolatitos y champurrados, o como el chile, muy usado en todo el estado para condimentar, además de que es rico en vitaminas, “por cierto, de los chiles se sintetiza la vitamina C”.
Enfatizó que el 80 % de productos farmacéuticos vienen de las plantas e igual porcentaje de la población mundial usa la botánica como recurso para mejorar la salud; “muchas plantas que usamos en la cocina son antibióticos naturales”.
Continúa enlistando con avidez las plantas nativas: guarumbo para la diabetes; guayabas para cuestiones diarreicas; la preferida es el “nanchi”, muy apreciado por los españoles quienes “cuando llegaron al mercado de Tlatelolco vieron más de 300 plantas y medicamentos naturales, quedaron sorprendidos.”
“Hemos perdido la herencia cultural que nos heredaron nuestros antepasados desde hace siglos”, pero destaca que desde los noventas, en el área de etnobotánica, han trabajado en las zonas zoques bajo el Tratado Internacional de Nagoya que busca revertir ese conocimiento a las comunidades indígenas, con talleres de herbolaria.
La finalidad es crear mediante el diálogo un nuevo conocimiento y que por medio de las plantas creen sus propios productos.
El biólogo da continuidad a su lista: “la flor de manita es un árbol típico de la nubli-selva de las partes altas y lluviosas del estado, pero aquí no es muy conocida”.
Agrega que en el centro del país, gran parte de la economía de los pueblos naguas se basa en esa flor: “todo llega a parar al mercado de Sonora en la Ciudad de México”.
Otra planta no muy conocida y abundante en Chiapas es la mano del chango o mano del diablo, de la cual solamente suele usar las hojas, “tienen mucho tomento, o aguate, y la parte lisa la usan para envolver tamales en las zonas de Siltepec y El Porvenir”.
Puntualiza que aquí la conocen como canaque y es el emblema de la Asociación Botánica de México.
El también docente de biología recalca que lo más importante es reconocer cuáles son las propiedades de las plantas: “creemos que con una tisana ya nos vamos a curar, cuando se tiene que llevar un tratamiento completo y adecuado”, además de existir una diversidad.
“Hay baños de temazcal, chiqueadores, rameadas, ungüentos, jarabes tradicionales, todos con dosis distintas y tratamientos distintos de acuerdo a la enfermedad y la persona”.
Además que muchas plantas necesitan fusionarse para potencializar sus efectos; o en otras se utilizan distintas partes de la planta, “del anís se usan las semillas, la corteza en el caso del tepezcohuite, muy popular en el Valle de Jiquipilas y Cintalapa, o del cuachalalate, para las quemaduras, el palo mulato, o la del indio desnudo”.
“La bugambilia, en estos tiempos de covid, temporada de lluvias o frentes fríos, donde hay más incidencia de enfermedades, suele ser muy consumida aquí en Chiapas”.
Recomienda ampliamente acercarse a los expertos en medicamentos basados en plantas, las cuales califica como efectivas, respaldado en evidencias.
Califica como falsos aquellos comerciales que se basan en medicina de plantas o tradicionales: “No sirve para ellos porque no genera dividendos en su bolsa de acciones”.
Sin embargo, deja en claro que lo mejor es la no medicación, siendo el alimento la base de una buena salud, ya que “hay un principio grecolatino que dice que tu alimento sea tu medicina”.
Invita a dejar los alimentos procesados y refinados, sobre todo el azúcar, la cual, dice, “fue creada por los ingleses para darle a los esclavos y así rendir más en el trabajo a costa de su salud”.
“La flor de manita es un árbol típico de la nubli-selva de las partes altas y lluviosas del estado, pero aquí no es muy conocida”.
“La bugambilia, en estos tiempos de covid y temporada de lluvias, suele ser muy consumida”.