En los últimos diez años ha habido una gran entrada de plantas purificadoras de agua, el microempresario, Demian Vesarez Hernández, comenta que lo más importante dentro del negocio es saber de donde proviene el agua que es pasada por el proceso de purificación.
Recalcó, que el saber el origen del agua es importante, pues muchas de las pequeñas plantas, obtienen el líquido de agua de grifo (corriente) o de pipa, lo cual no garantiza la calidad de agua.
Lo recomendable es que el líquido provenga de pozo, con ello se asegura el origen del agua, es controlada por medio de la realización de análisis cada tres meses para determinar que las bacterias del agua no sean dañinas para el consumo humano.
Agregó, para la utilización de agua de pozo se requiere una concesión federal por parte de Comisión Nacional del Agua (Conagua). Además de los permisos de protección civil, salubridad, funcionamiento y alta en hacienda.
Vesarez Hernández dijo, las purificadoras de agua tiene 4 procesos básicos: 1. filtro multicama, remueve las partículas de tierra o polen que contenga el agua contenga; 2. filtro quita el cloro; 3. filtro de Impurezas; y 4. filtro pulidor, sirve para darle cierto brillo al agua.
Pero dependiendo de la empresa se aumentan dos funciones más, una de ellas es el proceso de ozono, para darle más tiempo de vida al agua alrededor de 3 meses; y ósmosis inversa, utilizada para quitarle sales al agua y poder obtener el llamada “agua light”.
El proceso de ósmosis inversa no es un proceso que se debería realizar porque el agua contiene minerales que requiere el cuerpo.
La inversión para contar con una planta purificadora son alrededor de 60 mil a 80 mil pesos, con ello para colocar un local pequeño se requiere a dos personas para el proceso. Aunque algunas personas que inician en este rubro dicen que las ganancias por semana ronda por 1 mil 500 pesos semanales.