Verónica Alcántara, presidenta de la Asociación de Hoteles de San Cristóbal de Las Casas, habló de las afectaciones que la plataforma Airbnb y el fenómeno de la gentrificación están ocasionando en el sector hotelero.
Dijo que se trata de una “competencia desleal” por parte de los alojamientos Airbnb, ya que, si bien pagan el Impuesto al Valor Agregado (IVA), operan bajo el régimen de “casa habitación”.
“Esto les permite evadir una serie de obligaciones y costos que sí deben absorber los hoteles establecidos”, comentó. Entre estas cargas destacó los pagos al Instituto Nacional de Pensiones (INPS), seguros sociales para empleados, tarifas comerciales de agua y luz, impuesto sobre hospedaje (dos por ciento), así como el cumplimiento de medidas de seguridad civil y la obtención de licencias de funcionamiento.
Comentó que esta falta de regulación se traduce directamente en una brecha de rentabilidad. “Mientras que un establecimiento hotelero formal percibe una utilidad neta aproximada del 30 % ,después de cubrir todos sus compromisos fiscales y operativos, los operadores de Airbnb pueden llegar a obtener ganancias de hasta un 60 %”, explicó la presidenta de la asociación.
Esto se debe a sus costos operativos significativamente menores, y ejemplificó una diferencia abismal en el recibo de agua: “250 pesos para una casa habitación contra los dos mil pesos que paga un hotel”.