El nuevo perfil del delincuente en Chiapas, antes de serlo es un ser antisocial, una persona “cosificada”, con pérdida de valores familiares, económicos y fe, además del abandono por el Estado.
Esta es una señal de alerta, pues -en el sentido violento- el sujeto promedio hoy está dispuesto a mucho provocado por poco, explicó el maestro en Psicología Social y Clínica, Isaac García Nucamendi.
Este nuevo rostro de la delincuencia en el estado ha migrado en los últimos 10 años, pasando de una conducta delictiva convencional a una de alto impacto, en gran medida por la incursión de grupos delictivos en la clase política y la pérdida de cercanía en las instituciones como familia, Estado e iglesia.
Esta incidencia tiene un origen antropológico derivado de diversos factores, entre ellos dejar de percibirnos como personas y sentirnos “cosas”, esto es la “cosificación”.
Además de un notorio declive económico y su consecuente vulnerabilidad social, por lo que la ruta para disminuir la incidencia delictiva es reducir la marginación y no el contraataque armado, como tampoco más cárceles, que además no cumplen con el papel de reinserción social.
“Hoy en un crucero cualquier ciudadano reta a muerte a otro (…), es mejor ser prudentes y entender que la pérdida de valores nos tiene en un duelo permanente”, dijo el experto, docente del Instituto de Formación Académica del Centro y Sureste (INFA).
En este sentido, el Semáforo Delictivo oficial en Chiapas señala que, al corte de marzo del 2025, el hecho delictivo grave más frecuente era el asesinato, con 34 hechos, además de seis reportes de secuestros; narcomenudeo con 160 casos y violencia familiar, 75; y hasta el corte de marzo, dos feminicidios.
El también exfuncionario de la Fiscalía General de Justicia explicó que la migración de Centroamérica ha dinamizado economías y creado un propia estructura social, pero no es detonante de delincuencia.
Como sí, lo es otra migración, la de células delictivas que han llegado de otras entidades y se han instalado en diversas regiones, incrustándose incluso en algunas administraciones municipales.
Esta afirmación puede observarse en las acciones encabezadas por el Gobierno del Estado en los primeros meses del 2025, donde se realizaron acciones de la Policía Estatal para restablecer el orden en algunos ayuntamientos.
Economía
En relación al tema, el doctor en Economía y Finanzas, Ramiro Estrada, explicó que según el último reporte de Pobreza y Evaluación 2012, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 75 % de la población en Chiapas se encuentra en situación de pobreza.
Esta inherencia entre pobreza e incidencia delictiva, dijo, debería observarse como una estructura integral, pues es imposible abatir el incremento delictivo sin ofrecer alternativas económicas a los habitantes.