El nulo uso del condón masculino requiere de estrategias que difundan los beneficios del preservativo como el único método de protección/barrera que previene las infecciones de transmisión sexual (ITS) entre adolescentes y jóvenes, así como el que las instituciones faciliten su acceso, para frenar el índice de embarazos adolescentes y la muerte materna. Lo anterior fue una de las conclusiones y recomendaciones que emitió el Observatorio de Mortalidad Materna (OMM).
Esta organización presentó la investigación “Acceso a servicios de planificación familiar durante la pandemia por covid-19 en adolescentes embarazadas en México”, realizada en Las Rosas, San Cristóbal de Las Casas y Tuxtla Gutiérrez. Documenta las eventuales barreras al acceso de métodos anticonceptivos en adolescentes embarazadas.
Muestras
Se levantaron 59 encuestas a jóvenes adolescentes que durante su embarazo o parto tenían menos de 18 años de edad. Al momento del estudio ninguna se encontraba estudiando, pese a que solo 20 % de ellas abandonó sus estudios o trabajo por la pandemia.
La mayoría de las adolescentes dijo haber tenido una “buena atención’’ en los servicios de salud, así como sus necesidades antes, durante y después del embarazo.
Las estadísticas resaltan que cuatro de cada 10 adolescentes que visitaban los servicios de salud antes de la pandemia, dejaron de acudir a los establecimientos de salud.
Mientras que solo una de cada 10 utilizaba algún método anticonceptivo (MAC) antes de la pandemia, y la mitad de ellas lo dejó durante la misma.
“Llama la atención que ninguna de las adolescentes y sus parejas utilizan el condón masculino. La mayoría de quienes son usuarias de algún MAC utiliza el implante subdérmico (68 %), seguido de los hormonales inyectables (21 %)”.
El 90 % de las madres adolescentes no utilizaba algún MAC antes de la pandemia, “esto lo relacionamos con que 43 % no los utiliza porque no había tenido relaciones sexuales antes; entre aquellas están quienes no planificaron su embarazo, lo cual puede explicar la motivación de no usarlos, y, además, dejar la decisión en manos de su pareja”.
“Implementar estrategias y acciones sobre el rol de género femenino y su vinculación con la maternidad y las tareas del hogar como actividades ‘exclusivas’ de las adolescentes y jóvenes madres, otorgar facilidades para continuar sus estudios y difundir entre estudiantes jóvenes la no discriminación hacia las madres adolescentes en los espacios escolares”, recomendó la OMM.