Ambientalistas lamentan la poca importancia de las autoridades, en materia ambiental de la zona fronteriza de Chiapas. Toda vez que tanto la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), junto con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), han abandonado sus oficinas en Tapachula y con ello dejado de lado la cercana vigilancia de la protección de áreas naturales y el cumplimiento de la normatividad.
Considerado como muy preocupante por ambientalistas de la región, el hecho de que las oficinas de la Profepa y de la Semarnat en Tapachula han cerrado sus puertas y han dejado sin protección al Soconusco, en entrevista, el científico e investigador Vicente Castro Castro, dio a conocer que hace dos meses, la primera cerró sus oficinas de la delegación, y recientemente la otra se trasladó a Tuxtla Gutiérrez, cuya situación es lamentable en materia ambiental.
Dijo que la ausencia de estas autoridades ambientales genera gran inquietud entre los defensores del medio ambiente, ya que aumenta el riesgo de delitos ambientales, tanto en áreas naturales protegidas como en zonas rurales.
Señaló que la falta de supervisión y control puede llevar a la explotación forestal desmedida y sin regulación, puede facilitar la caza furtiva y el tráfico de especies protegidas, y sin la vigilancia adecuada, es probable que se incremente la contaminación de los cuerpos de agua, afectando la biodiversidad y la salud pública.
Indicó que la decisión de cerrar las oficinas de la Profepa y la Semarnat en Tapachula, puede tener consecuencias graves para la comunidad y el ecosistema del Soconusco, debido a la falta de protección ambiental y el impacto que esto puede tener en la biodiversidad.