Políticos apoyaron el surgimiento del EZLN

Segunda y última parte

Las versiones de los personajes que apoyaron el surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional fueron diversas, pero el exsecretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, el obispo Samuel Ruiz García y el excomisionado para la Paz, Manuel Camacho Solís, estuvieron muy involucrados en este tema, tal como lo confirma en la entrevista exclusiva el exmandatario de Chiapas, Patrocinio González Garrido.

Después de pasados veintiséis años del inicio del EZLN, ¿qué puede decir de los personajes que de una u otra manera apoyaron ese movimiento?

Ante el surgimiento de EZLN, los cuerpos de inteligencia del país trataron de identificar a los dirigentes del conflicto y a quienes lo auspiciaban. Las versiones fueron tantas y tan diversas, como ocurre cuando se formulan escenarios a partir de trozos de información que no son confiables.

Con personas que colaboraban conmigo en esas tareas en la Secretaría de Gobernación, al margen del Cisen, llegamos a conclusiones de las que reconozco que no pueden probarse, son hipótesis que se formularon acerca de personas que de una u otra manera respaldaron ese movimiento. Válidas o no, nuestras deducciones forman parte del material que el tiempo sedimentará para que la verdad aflore. Las principales conclusiones te las haré saber en apretada síntesis.

El presidente de la República había anunciado que el candidato a la Presidencia sería postulado a principios de 1994. Un caos como el que se suscitó ante la falta de informes confiables habría garantizado la candidatura de Manuel Camacho Solís, por sus vínculos con los principales actores del conflicto y en especial con el obispo Samuel Ruiz García, gran amigo de su suegro, el exgobernador Manuel Velasco Suárez; sin embargo, al anticiparse la postulación del candidato a la Presidencia sin resultar Manuel Camacho electo para ese cargo, resultó conveniente magnificar el movimiento del EZLN, por ser esa la última oportunidad para que Camacho sustituyera a Colosio.

Cabe precisar que la relación de Velasco Suárez con Samuel Ruiz no sólo obedecía a los intereses de Manuel Camacho, sino que era la última defensa que podía ejercer en su beneficio el obispo Samuel, a quien el nuncio apostólico Jerónimo Prigione había anticipado, de manera pública y por lo mismo torpemente, que sería relevado de su diócesis.

La intervención de Camacho Solís -siguió diciendo- se presume por las dotaciones de armas y dinero que del Metro y la Ruta 100 les entregaron a los guerrilleros en diversas ocasiones, por conducto de empleados de Camacho.

Por otra parte, la relación de obispo Samuel Ruiz con los guerrilleros se acredita desde que estos llegaron como colonizadores y fueron apoyados por la estructura político-religiosa de los catequistas y diáconos del obispo.

La participación de los guerrilleros en México fue un elemento sorpresivo porque, curiosamente, se tenía control de ellos por medio de Cuba. La conjetura fue que el gobierno cubano alentó el conflicto como una advertencia a nuestras autoridades cuando el presidente Salinas rompió el convenio no escrito, al reunirse con “la basura cubana de Miami”.

La rebelión también fue alentada por Fernando Gutiérrez Barrios, quien tenía influencia con Fidel Castro Rus y estaba lastimado por la forma inadecuada en que fue relevado de Gobernación.

La intervención de Fernando Gutiérrez se consideró como una presencia de su jefe, el expresidente Luis Echeverría, protector político del exgobernador Manuel Velasco Suárez y de Samuel Ruiz. El interés de Echeverría era impedir que se consolidara el proyecto político del presidente Salinas, de quien se decía que aspiraba a la conducción del país durante veinticinco años más y al proyecto económico regional puesto en marcha, que era contrario a sus tesis populistas. La candidatura presidencial de Camacho Solís devolvería vigencia política a Echeverría, a Fernando Gutiérrez y a sus grupos.

El entrevistado vestía de pantalón negro y camisa roja, lo que llevó al suscrito a recordar el movimiento socialista de los “camisas rojas” de Tomás Garrido Canabal, tío del exgobernador chiapaneco.

Desde luego, precisó el exgobernador, la acción de los guerrilleros obedecía a los objetivos propios de sus convicciones ideológicas y para ellos no podía haber mejor oportunidad que iniciar el levantamiento en coincidencia con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio. Su vinculación con Camacho era la única garantía de que podían contar con un rápido cese al fuego. Por su inferioridad ante el Ejército Mexicano, en pocos días podían ser sometidos.

En el ámbito internacional hubo una difusión desmedida al EZLN, que coincide con el interés que existe sobre las grandes reservas de gas, petróleo ligero y uranio de la región, así como a la gran biodiversidad que existe en la zona.

El interés europeo en las reservas ha sido evidente por los innumerables recursos otorgados a la diócesis de San Cristóbal y a la anticipada presencia que tuvieron sus corresponsales en el conflicto, al que dieron una difusión tan desorbitada que llegó a forjarse una leyenda.

Precisó González Garrido que tampoco se puede soslayar el interés norteamericano que se expresó cuando hizo saber a México su inquietud en cuanto a que se pudiera desatar una escalada de violencia contra los facciosos, hecho que también influyó en las titubeantes actitudes del gobierno.

¿Qué podría agregar?

Salí del país y no tuve los medios necesarios para seguir el desarrollo de los acontecimientos. Es por ello que no puedo confirmar las hipótesis, como ya te expresé, ni abrir otras opciones. Lo extraño es que muchos se refugian en la idea de que es un conflicto local que lucha en defensa de los indígenas, lo que resulta ajeno a la verdad.