La crisis económica, la pandemia de covid-19, la gran concentración de migrantes en el centro comercial de Tapachula y la suspensión de los festejos oficiales del mes de septiembre, inciden en las bajas ventas de artículos patrios y esto a su vez representa un gran golpe a la economía de quienes se dedican a esta actividad. En el ambiente se observa poca motivación para festejar y exaltar el sentimiento y orgullo patrio, poco a poco se va perdiendo el grito característico de “¡viva México!”. 

A diferencia de años anteriores cuando el festejo cívico en México (Independencia) podía observarse desde el inicio del mes mediante los adornos en calles, casas y oficinas y con la venta de diversos artículos, hoy apenas pueden observarse algunos destellos de ello. 

En entrevista, la comerciante Karla Soto se refirió a esta situación, señaló que es lamentable que derivado de la pandemia se haya ahogado el fervor patrio, ya que los tapachultecos no compran sus enseres y artesanías mexicanas como ocurría en años anteriores, cuando la comercialización de los productos se daba en porcentajes altos y en casi todos los hogares había una motivación nacional. 

Señaló que en años anteriores los productos que mayormente se comercializaban por las fiestas patrias eran: banderas, bisuterías, cornetas, tambores, matracas, sombreros, rehiletes, serpentinas, vestidos típicos (para niños), pintacaritas, entre otros. 

Sin embargo, estos productos no son adquiridos por la población, incluso algunos comerciantes tratan de comercializar algunos productos que habían quedado rezagados el año pasado, ya que debido a la pandemia de covid-19, en el 2020 tampoco hubo ventas.

“Tratamos de comercializar los artículos patrios, pero realmente la situación es complicada, ya que no hay ventas. Hay días en que las ventas no superan ni los 200 pesos, lo cual no sale ni para llevar el sustento de la familia”, abundó.