Con la promesa de entregar un premio como una bocina o quizás un viaje, comienza una llamada telefónica que tiene como objetivo cometer el delito de fraude.

“Desde el número 961 223 18 93 recibí una llamada telefónica en la que me aseguran que gané una bocina con conexión inalámbrica; después de eso, me dijo que si acudo a una reunión puedo ganarme un viaje”, se narra.

La cita fue programada para el miércoles por la tarde en el restaurante VIPS poniente, pero a su vez, es necesario llevar una identificación y una tarjeta de crédito activa.

La persona que realizó la llamada telefónica se identificó como representante de la empresa Grupo Center e indicó que de manera automática ya se había otorgado un premio.

Al llegar a la cita, los defraudadores convencen a los clientes de comprar tiempos compartidos en hoteles del país, o viajes con supuestas empresas operadoras de paquetes turísticos y les piden que hagan el pago con la tarjeta de crédito, por lo que este puede ser a meses sin intereses.

Con una serie de engaños y supuestos beneficios adicionales, los defraudadores convencen a sus víctimas, hasta que realizan el pago por medios electrónicos.

El problema viene cuando el cliente quiere hacer uso de los paquetes de viajes, puesto que ya no les contestan las llamadas o simplemente la empresa se desaparece por completo y no hay a quién reclamarle la compra.

En este tipo de situaciones, las entidades financieras no son responsables del “fraude” debido que sólo ejecutan una orden proporcionada por el usuario del servicio.

Hildiberto Ochoa Samayoa, titular de la Unidad de Atención a Usuarios en Chiapas de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), comentó que nadie puede ganarse un premio mientras no participe en una promoción.

En este tipo de casos, la instancia que puede atender el engaño es la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), para que la supuesta empresa que ofrece un servicio cumpla con este.

Por su parte, las autoridades de seguridad estatal han reiterado que a pesar de los llamados y difusión de información relacionados con este tipo de fraudes, las personas continúan siendo víctimas.

En estas situaciones se debe interponer una querella para que el ilícito sea perseguido, y en su caso, resarcido.

Para evitar ser víctima de este tipo de engaños por vía telefónica, no se debe responder llamadas de supuestas instituciones bancarias o financieras en momentos que no son horarios hábiles o de oficina.

Evitar proporcionar datos sobre nombres o productos comprados o sobre las tarjetas con que se cuenta y su uso.