Productores y productoras de achiote (Bixa orellana) en Palenque realizaron una primera venta de 30 toneladas para la empresa mexicana La Anita, todo ello acompañado del proyecto Sembrando Vida.
Raúl Paulin Hernández, subsecretario de Inclusión Productiva y Desarrollo Rural de la Secretaría de Bienestar, informó sobre dicha adquisición por parte de la empresa, que es reconocida por sus salsas; al mismo tiempo, habló sobre el aprovechamiento de dicho fruto a través de otros emprendimientos.
En la comunidad El Chinal, Maricruz de la Cruz López, integrante de la cooperativa agraria Los Cedros, habló sobre “Achiot”, un proyecto de tratamiento del achiote para convertirlo en sazonador de cocina.
“Antes, el achiote representaba un trabajo muy duro para las personas de aquí, con un proceso demasiado largo, pero ‘Achiot’ ha representado una innovación y renovación para nosotros”, dijo.
De la Cruz López comentó el proceso para realizar dicho sazonador: primero se lava, extraen el colorante y se seca; luego se lleva a la molienda y poco a poco se va agregando para hacer un grueso; después se realiza una segunda pasada para ir resecando y obtener un polvo fino. Al final, después de obtener el producto fino, pasa a un proceso de envasado.
“Aquí en ranchería El Chinal y en otros lugares, de la parte de Sembrando Vida, hay muchos productores de achiote y vemos que tiene muchas propiedades naturales, vitaminas, cosas sanas y pues, debido a eso, hemos decidido emprender este proyecto”, agregó.
Propiedades
Al achiote se le atribuyen diferentes propiedades terapéuticas: antiagregante plaquetario, antiséptico, emoliente, antibiótico, antiparasitario, antioxidante, expectorante, cicatrizante, febrífugo, estomáquico, antidisentérico, diurético, antigonorreico, purgante, desinflamatorio, hipoglicemiante e hipolipemiante.
La semilla molida es utilizada para tratar sarampión, viruela, afecciones estomacales, enfermedades del riñón, disentería y febrífugo, así como astringente y ligero purgante. La pulpa se usa en quemaduras y ampollas.
Asimismo, las hojas actúan contra malestares de garganta, afecciones respiratorias, dolores renales, inflamaciones dérmicas y vaginales, fiebre, hipertensión, vómitos sanguíneos, diarrea, hemorroides, anginas, abscesos, cefalalgia, infecciones de la piel y conjuntivitis.