La agrupación denominada Colectiva Cereza manifestó su preocupación porque “se sigue condenando a las mujeres por el hecho de serlo; porque son la esposa, la concubina, la hermana o la madre de quien cometió el delito y ellas también son detenidas y acusadas porque se les hace responsables por el vínculo familiar o afectivo, debido a que en el momento de la detención ahí estaban”.
Añadió que “la visión de las fiscalías y de los jueces sigue siendo patriarcal y sin perspectiva de género ni derechos humanos, constituye una visión que violenta y criminaliza a las mujeres por el hecho de serlo y automáticamente las hace cómplices de las acciones de los hombres cercanos a ellas”.
Sin embargo, aseveró, “los fiscales y jueces son capaces de tener empatía con otro hombre, porque manifiesta emociones en la sala y construye un discurso de imposibilidad de reacción adecuada por su ‘paternidad’ con uno de los responsables del delito, y porque era el ‘único varón de sus 10 hijos’.
En un comunicado, sostuvo que “esto es discriminación y criminalización de las mujeres por ser mujeres”, al tiempo de manifestar que “los y las jueces tienen que tomar responsabilidad en primera instancia y juzgar con perspectiva de género, del interés superior de la infancia, de los adultos mayores, interculturalidad y derechos humanos”, pues “es una obligación constitucional”.
Agregó que “el Tribunal de Enjuiciamiento debe de ser independiente, garantizarse su autonomía y el respaldo del Tribunal Superior de Justicia para dictar sentencia con libertad de criterio; que las fiscalías cuando hay insuficiencia probatoria ‘pidan apoyo’ a su titular para que a su vez lo haga con su superior y este con el Tribunal Superior de Justicia para que el juez condene, es corrupción y son malas prácticas que deben terminar”.
Dijo que “cuando una persona inocente es condenada, se produce un daño irreparable, individual pero también familiar, comunitario, social. Y si es una mujer el daño impacta directamente en sus hijos e hijas, afectándoles física, económica, educativa y psicológicamente; se quedan con mucha frecuencia en situaciones de vulnerabilidad y riesgo social, sin acceder a la escuela porque tienen que trabajar o son obligados a ello”.