El análisis de imágenes satelitales desde los años 90 hasta 2024, reveló que la bocabarra de Paredón mantiene un estado aceptable, mientras que la de Boca del Cielo presenta una preocupante reducción, evidenciando un proceso de cierre debido a la erosión y la acción de las mareas.
Esta información fue dada a conocer por el profesor-investigador de la Licenciatura en Manejo de Recursos Hídricos de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), José Reyes Díaz Gallegos, respecto al estudio que realizaron para determinar los procesos de transformación que han experimentado estos puntos ubicados en Tonalá.
Impacto en el ambiente
Este fenómeno implica un riesgo de impacto ambiental, ya que el intercambio de agua en las bocabarras contribuye a la oxigenación de los sistemas lagunares y a la regulación de la salinidad, condiciones esenciales para la supervivencia de flora y fauna.
“El canal de la bocabarra de Boca del Cielo mide actualmente 1.40 metros, mientras que en 2022 medía 4.30 metros y, entre más cerrado sea ese canal, menor será el intercambio de agua con el océano. El riesgo es tremendo porque el impacto sería devastador para la biodiversidad, las pesquerías y para el área de la laguna costera La Joya Buenavista”.
Desde la Licenciatura en Manejo de Recursos Hídricos en Tonalá, la Unicach aporta valiosa información para la conservación del medio ambiente, misma que es obtenida gracias a diversos proyectos de investigación.
Este estudio reafirma la importancia de continuar con el monitoreo y la conservación de estos ecosistemas clave para la biodiversidad y el equilibrio ambiental en la región, así como de contar con recurso humano calificado para estudiar y atender estas problemáticas.
Esta información forma parte de la tesis “Dinámica espacio-temporal de las bocabarras de Tonalá”, con la que Miguel Ángel Castro Hernández obtuvo su título como licenciado en Manejo de Recursos Hídricos.