Preocupa escalada de violencia a la Iglesia católica

La Iglesia católica en Chiapas dio a conocer su preocupación ante la situación social que prevalece. “Nos preocupa, principalmente, la escalada que ha tenido la violencia generada por grupos del crimen organizado, que ha dado por resultado muerte, inseguridad y temor en las poblaciones chiapanecas, donde han tenido lugar estas acciones violentas”, expresaron en un comunicado conjunto las diócesis integrantes de la Provincia Eclesiástica de Chiapas.

Y añadieron: “Reunidos en nuestro encuentro anual, agentes de Pastoral Social de la Provincia Eclesiástica de Chiapas (Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, de Tapachula y de Tuxtla), hemos estado reflexionando sobre la situación social que prevalece en nuestro estado, para tomar conciencia de nuestro compromiso cristiano ante la situación de violencia generalizada, para recuperar el tejido social”.

Además, expresaron su profundo dolor por las muchas víctimas que los conflictos de diversa índole han venido dejando como saldo. “Como Iglesia, comunidad de creyentes en Jesucristo, nos hacemos solidarios con las víctimas de las violencias, ofreciéndoles escucha y consuelo, acompañamiento solidario. Pero sabemos que no basta”.

Ejercer la paz

En consecuencia, señalaron que en sintonía con el proceso nacional de construcción de paz que el Episcopado Mexicano (CEM) ha puesto en marcha desde hace unos años, como Pastoral Social de la Provincia Eclesiástica de Chiapas es su deseo asumir el siguiente compromiso: “Ser luz y fermento desde nuestra conversión personal y desde las prácticas concretas que seguiremos desarrollando y multiplicando como áreas de la Pastoral Social, para que fluya el derecho y la justicia”.

De igual modo, hicieron un llamado a las autoridades para que asuman con responsabilidad y honestidad la crisis de violencia que asolan al pueblo chiapaneco y lastiman hondamente la vida de las familias, destrozando el tejido social.

Asimismo, hicieron un llamado a la Iglesia y, en particular, a los pastores de la misma: “Los necesitamos más sensibles y cercanos al dolor y a las esperanzas de nuestro pueblo. Necesitamos su voz profética y su disposición para asumir, sinodalmente, los procesos de reconstrucción del tejido social y construcción de paz que ya se están promoviendo desde la pastoral en nuestras Diócesis de Tuxtla, de Tapachula y de San Cristóbal de Las Casas”.