En el marco de la conmemoración del Día Nacional de Prevención de Quemaduras en Niñas, Niños y Adolescentes, que se llevó a cabo este 27 de abril, Gabriela Escudero Aramoni, delegada en Chiapas de la Fundación Michou y Mau, informó que la entidad se mantiene en el tercer lugar nacional en relación a los infantes que se han quemado, siendo el líquido hirviendo el principal factor que provoca estos accidentes.
En los últimos 24 años de trabajo que tiene esta organización, han trasladado a 117 pacientes, la mayoría ha sido al hospital Shriners que se ubica en Galveston, Texas (Estados Unidos); en ese lugar han recibido un tratamiento más adecuado.
Los datos nacionales -por eso la importancia de las campañas de prevención- son más alarmantes, toda vez que 28 mil niños son los que se queman cada año. Para ello, la fundación ha implementado una serie de acciones enmarcadas en spots de radio, televisión, canciones para los pequeños y museos itinerantes. También el contenido se dirige a los adultos, para que sean sensibles a este tema.
A nivel local, dijo Escudero Aramoni, el fuego directo es la segunda causa de mayor quemadura en los menores, mientras que el uso de los juegos pirotécnicos se convirtieron en la tercera causa de este tipo de accidentes. Uno de los máximos logros, además de la atención a este sector vulnerable, es que la organización logró que la campaña preventiva se traduzca a cinco lenguas maternas, a fin de entrar a zonas que antes eran impensables por la barrera del lenguaje.
Los pasados 12 meses
Las cifras que se tienen en Chiapas de las incidencias en el 2021 son poco alentadoras, debido a que se reportaron más de 100 infantes que sufrieron algún tipo de quemadura en su cuerpo, la afectación fue de entre el 20 y el 35 %.
Fueron 12 los traslados que se hicieron hacia Estados Unidos, números que representaron un tercio más de lo que se había contabilizado un año atrás. Dependiendo de la gravedad, el tratamiento puede costar entre 500 mil y hasta un millón de dólares, cantidad imposible de costear para una familia promedio en Chiapas.
Generalmente, aquellos pacientes que son enviados al extranjero llevan arriba del 40 % del cuerpo quemado, sin embargo, la fundación se ha ocupado en apoyar -también- con la recuperación psicológica de los infantes.
De los trasladados que se han hecho, fue una menor de dos años la que falleció pero, más que por el tema de la quemadura, dijo la delegada de la fundación, fue porque cayó de cráneo adentro de una cubeta con agua hirviendo.
Campañas de sensibilización
La propia fundación ha difundido 10 puntos preventivos para que los adultos ayuden en la reducción de estos accidentes. Lo primero es entender que el fuego no es un juego, que los infantes no deberían entrar a la cocina (ahí ocurre gran porcentaje de las quemaduras), se recomienda usar hornillas traseras para elaborar los alimentos, además de que los guisados no se deben enfriar en el piso.
A la lista se le suman poner agua fría antes que la caliente en las tinas o cubetas, que se revise de forma constante los tanques de gas, debido a que si no están en buenas condiciones pueden provocar un accidente en el hogar. Otro punto que se debe entender en la familia, es que los líquidos inflamables son muy peligrosos. La pirotecnia tampoco es un juego para los menores, pueden explotar y causar daños irreversibles, es importante no sobrecargar los enchufes.
Primer trimestre de 2022
Gabriela Escudero Aramoni, delegada en Chiapas de la Fundación Michou y Mau, informó que en este año se han hecho dos traslados al hospital Shriners, un paciente ya regresó a la entidad, pero es seguro su retorno hacia el país vecino para cirugías posteriores.
Cuando un menor de edad sufre de alguna quemadura, el dolor físico es muy grande y esa angustia se traslada a otros seres queridos. Un adulto siempre tiene que acompañar al paciente a los viajes de revisiones, eso deja en un estado de indefensión al resto del núcleo familiar.
A esto, dijo la delegada de la fundación, se le suma la responsabilidad que a veces tienen los adultos, debido a que muchos de los accidentes se pudieron evitar. Las edades más vulnerables oscilan de los cero a cinco años.
Quemaduras en cifras
Tuxtla Gutiérrez encabeza la lista de infantes que han sido trasladados en los últimos 24 años, debido a que 16 pacientes sufrieron daños en más del 40 % de su cuerpo. Los municipios que complementan la incidencia son Tapachula, San Cristóbal de Las Casas, Chilón y Ocosingo, con 11, 10, 6 y 6 personas, respectivamente.
De los 117 traslados realizados, 96 fueron hacia Estados Unidos y el resto a hospitales de Alta Especialidad en México. Además, 55 infantes registraron un daño en su anatomía por escaldadura, 44 más por fuego directo, 17 por la electricidad y uno más por otro síndrome.