Se presentó con éxito en la Casa de la Cultura de Motozintla, el libro Ch'ayemel nich'nabiletik (Los hijos errantes), del escritor Mikel Ruiz, originario de San Juan Chamula.
Los hijos errantes es un libro donde se enseña que es posible la convivencia de dos o más tradiciones culturales. Mikel entiende que el arte es un lugar de encuentro, un diálogo constante, para bien, de los hijos errantes.
El acto fue organizado por el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas, a través del Centro Estatal de Lenguas, Artes y literatura Indígenas (Celali), bajo el proyecto Producción y Difusión Editorial en Lenguas Indígenas.
La presentación estuvo a cargo de Eduardo Gómez Gómez y Antonio Guzmán Gómez, como moderador Miguel Sántiz Luna, promotores culturales del Celali.
Mikel Ruiz muestra un conjunto de narraciones cortas, que bien podrían definirse como cuentos, sin embargo, al tener una visión completa del conjunto, la definición de la novela corta no estaría del todo errada.
Ignacio, el indígena, personaje principal de Los hijos errantes, aparece tímidamente. Las ideas liberales pugnaban por la urgente necesidad de sacar a los indígenas de su atraso económico, de tal suerte que aparecen en cuentos y novelas.
Desde la perspectiva de escritores, este libro más que tratar de acercarse y comprenderlos como sujetos de su propia historia, se conforma con reproducir estereotipos que el discurso dominante se había encargado de generar, por lo que el indígena es presentado como tonto, torpe, un buen salvaje que es bueno o malo por estupidez.
Mikel centra la espacialidad de sus narraciones en personajes de Chamula, y son chamulas quienes interactúan en sus dramas.
El protagonista del libro es un joven que tiene contacto con el exterior, pasa las horas de sus días viendo películas pornográficas, abandona su trabajo en la milpa, sueña con ser un mestizo, transformarse, ser otro.
Hace suyas las palabras de desprecio y discriminación que usan los mestizos de la ciudad para referirse a los chamulas, cree que al ejercer esa violencia verbal contra sus iguales conseguirá dejar de ser uno de ellos. Migrar, andar errante por la ciudad, es su manera de negarse a sí mismo.