El investigador Carlos Alberto Megchún Ruedas, desarrolló un innovador sensor óptico de pH, para determinar qué tan ácida o básica es una sustancia. Uno de los principales impactos sociales de este dispositivo radica en su aplicación para el monitoreo de la calidad del agua en comunidades rurales.
Megchún Ruedas, del Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez, que realiza una estancia académica en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), dio a conocer este sensor basado en una película compuesta por un material con alta sensibilidad a variaciones químicas.
Procedimiento
Gracias a su alta sensibilidad y respuesta inmediata, permite detectar contaminantes ácidos en ríos y pozos de forma rápida y confiable, incluso en zonas que no cuentan con acceso a laboratorios especializados, contribuyendo así a la prevención de riesgos para la salud pública.
Su potencial en el ámbito biomédico es significativo, ya que puede integrarse en dispositivos portátiles para el monitoreo de fluidos corporales como sangre, saliva u orina. Esto facilitaría diagnósticos tempranos y un seguimiento clínico más eficiente.
Ventajas
Las principales ventajas del dispositivo son su respuesta ultrarrápida, capaz de detectar cambios de pH en segundos; el uso de materiales de bajo costo y fácil disponibilidad; su alta estabilidad temporal, que asegura mediciones confiables.












