Como una recopilación de la historia de los cines del estado, este martes el escritor y cronista independiente chiapaneco, Edi Maber Suárez Rodas, presentó el libro “Radiografía de los Cines en Chiapas”.
De acuerdo con el autor, estos espacios de esparcimiento han quedado en el recuerdo de las generaciones de los años 40, 50, 60 y 70, pero para las siguientes generaciones parece ser un tema desconocido.
Los cines de Chiapas fueron desde los años 40 un lugar de encuentro para parejas, no había distinción de clases sociales, era un cine que aceptaba todo público; además de ser una novedad, la capital fue pionera de este sector que se extendió a San Cristóbal de Las Casas y Comitán de Domínguez.
Comentó que los inicios del cine en la entidad pueden ubicarse entre 1903 a 1908. Raúl Rincón y Félix Sataella fueron los personajes que realizaron los esfuerzos por difundir el cine en Tuxtla Gutiérrez.
Traer las películas como tal era toda una odisea, venían desde la Ciudad de México en tren, llegaban a Arriaga y de este punto a la capital chiapaneca a lomo de mula.
“Las exhibiciones se hacían primeramente en la capital chiapaneca. Las primeras películas eran mudas y se sonorizaban con una marimba”, comentó.
Fue hasta 1935 cuando llegó el cine sonoro a Tuxtla, con la proyección de la primera película que se llevó a cabo en el cine provisional que se localizaba donde actualmente hay una farmacia, en el cruce de la avenida y calle Central.
A partir de este momento, los empresarios se dieron cuenta de que esta industria representaba una oportunidad de negocio y comenzaron a crear los cines.
El cine Alameda apareció en 1940 y cerró definitivamente en 1999. El cine Rex apareció en 1953, donde la primera película que se exhibió fue “Ivanhoe”.
En abril de 1970, por reconstrucción del cine Coliseo, surge el cine Vistarama Tuxtla, el cual dejó de ser funcional en 2011.
Estos y otros emblemáticos cines desaparecieron por la aparición de los videoclubes y a partir del 2002, cuando llegaron los grandes consorcios como Cinemex y Cinépolis.
“En homenaje a esos espacios históricos de Tuxtla, nos dedicamos a hacer la obra. Han caído en el olvido, pero fue acá donde se conocieron nuestros abuelos, padres; el cine ha cambiado, creo firmemente que antes el cine observaba al pueblo, ahora es mero entretenimiento”, expresó.