Previenen conservar especies nativas

El Banco de Semillas de la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) resguarda y conserva especies nativas tropicales que son recolectadas durante los tres primeros trimestres con la finalidad de proveer a alguna zona en donde haya ocurrido destrucción del espécimen y se logre su reforestación.  

El responsable del Banco de Semillas de Tuxtla Gutiérrez, Emerit Meléndez, explicó que se trata de un espacio en donde la sociedad chiapaneca puede disponer de semillas en cualquier momento y uso que necesiten, desde espacios en el hogar para sembrar árboles, incluso hasta viveros forestales.

Para las especies tropicales, la recolección se realiza en ecosistemas secos, tales como la Depresión Central, Costa y parte de la zona Norte, mientras que en el caso de las coníferas, se recolecta en los municipios de Coapilla y Tapalapa. Todo ello en colaboración con organizaciones no gubernamentales, a las cuales se les presta el servicio de colecta, análisis y almacenamiento de la semilla.

Según Meléndez, por su biología las especies producen cierta cantidad de “germoplasma”. Por ejemplo, el árbol de cedro genera de 40 mil a 50 mil por kilogramo, y la Primavera engendra hasta 250 mil por kilogramo, pero no todas son aptas para la germinación. Solo entre el 70 y 80 por ciento son viables para la conservación.

Áreas del banco

El área Prospección y Colecta de Semillas se encarga de identificar espacios en el campo, como áreas protegidas o zonas de masa forestal conservada, y espacios de trabajo agropecuario en donde existan árboles como buenos ejemplares.

El beneficio es el área en donde el “germoplasma” es limpiado. Se extrae de los frutos o en su caso las estructuras con las que lleguen al banco. El aseo se lleva a cabo de manera manual o por máquinas.

En tanto, en Análisis de la Calidad de la Semilla se observa la calidad física y biológica de la semilla, tales como el contenido de humedad, pureza, germinación, y número de semillas por kilogramo. Se analiza cada lote, sacando una muestra de cada una de ellas para saber cuáles son aptas para la germinación y conservación de la especie.

Además en almacenamiento se etiquetan las semillas con datos de origen. Se colocan en un cuarto frío que tiene una temperatura de 5 grados centígrados, lo cual permite que el producto entre en un letargo fisiológico. Ello le dará longevidad, pues en su medio natural llegan a los tres meses de vida, pero dentro pueden durar años gracias a la hibernación a la que es sometida. Aún no se ha registrado el “germoplasma” más longevo, pero se sabe de especies que han durado ocho años dentro del banco de semillas.

Dentro del Cuarto la Semilla hay un monitoreo cada tres meses para saber si se encuentran aptas para la germinación, y vuelven a ser analizadas. Cuando han muerto, son utilizadas para muestras de herbario, cursos de verano o son desechadas, lo que ocurre en pocas ocasiones.

Los productores interesados deben efectuar una solicitud con una planeación de un año de anticipación, debido a las fechas de producción de las especies. De igual manera, la sociedad en general puede solicitar semillas sin ningún costo, pero llevando una planeación de lo que quieran realizar.