Hace cuatro años, un 1 de marzo de 2020, se confirmó por parte de la Secretaría de Salud que en Chiapas había llegado el primer caso de coronavirus, un padecimiento que pasado los meses enfermó a miles de personas, generó daños sociales y económicos que hasta la fecha son incuantificables.
En aquel momento los reportes indicaron que una joven de la entidad, pero que estudiaba en Milán, Italia, y que regresó a Tuxtla Gutiérrez dio positivo a la prueba. Los síntomas de aquella estudiante comenzaron a registrarse un 25 de febrero, es decir, una semana antes.
Un mes después, en los primeros días de abril, la propia dependencia estatal hizo oficial el primer fallecimiento asociado al virus. Se trató de una persona de 55 años de edad, originario de La Independencia.
El reporte oficial indicó que la persona, además de sus familiares, se negaron a que se colocara la intubación y el paciente cayó en un paro respiratorio.
Trabajo de prevención
En Chiapas se implementaron múltiples acciones para reducir los contagios y las defunciones, desde el uso del cubrebocas hasta filtros sanitarios en todos los ámbitos: educativos, laborales y comerciales.
Con esas estrategias se avanzó para que la entidad fuera de las primeras en estar en semáforo verde, que indicaba un riesgo menor de la pandemia. En mayo de 2020 se alcanzaron las tres semanas de máximo contagio.
Lo que se hizo con los filtros fue que se llevaba a cabo la toma de temperatura corporal, un cuestionario para identificar casos sospechosos, además de la aplicación de alcohol en gel y se promovía la sana distancia.
El tema de la covid-19 en Chiapas, además del cierre de empresas y la caída en empleos, provocó un descenso importante en materia turística. Por ejemplo, en el 2019 se recibieron 7.7 millones de visitantes con más de 23 mil millones de pesos en derrama económica.
No obstante, en el 2020 cuando ya estaba la pandemia apenas fueron 3.3 millones de visitantes con sólo siete mil 637 millones de pesos en ingresos.
Después de que pasaron los meses y que se logró desarrollar una vacuna, los primeros grupos poblacionales en acudir a la protección fue el sector salud, adultos mayores y el magisterio.
Nuevas cepas
En enero de 2022 las autoridades sanitarias confirmaron a la primera persona contagiada con la variante ómicron. Se trató de un varón de 31 años que reportó antecedentes de viaje al extranjero.
Los síntomas se asociaron con “dolor de cabeza, de articulaciones y de garganta; fiebre, vómito, escalofrío y malestar general. El paciente no requirió hospitalización”, relató la Secretaría de Salud en un comunicado de ese año.
Actualmente la plataforma datos.covid-19.conacyt.mx, que se alimenta de los datos de la Dirección General de Epidemiología (DGE), detalló que a cuatro años de la pandemia en Chiapas se han enfermado del virus 59 mil 903.
Hasta el 25 de febrero fueron confirmadas dos mil 454 chiapanecos que fallecieron a consecuencia de ese virus. Otras estadísticas, generadas en esa plataforma, indican que 99 mil 146 personas dieron negativo a la enfermedad.
A cuatro años de la pandemia las recomendaciones básicas siguen activas y se vinculan con usar cubrebocas, lavarse las manos de manera constante, usar el estornudo de etiqueta, vacunarse cuando lo recomienden las instituciones y mantener —en la medida de lo posible— la sana distancia.