Silvia Romero Torres, productora de café originaria del municipio de Montecristo de Guerrero en la Sierra madre de Chiapas, comentó que buscan promover el “café femenino”, que es un aromático producido enteramente por mujeres chiapanecas.
Señaló que junto a otras ocho mujeres de su municipio, impulsaron una cooperativa desde el 2007 para poder comercializar el grano que ellas producen solas, ya que desde que sus esposos emigraron fuera del país, se tuvieron que hacer cargo de sus parcelas.
El grupo
“A mí me ha tocado estar al frente del grupo, soy hija de productor. Nací y crecí en los cafetales, me ha tocado ver todo ese proceso, me ha tocado abrir camino para las productoras de ir y mostrar el trabajo que se ha hecho”, dijo.
La cafeticultora indicó que además del trabajo físico, las mujeres tienen que enfrentarse al machismo en el sector del campo, el cual les ha dificultado poder comercializar el aromático que producen.
“Sí es difícil, no es lo mismo que vean a un productor en políticas públicas que a una mujer, entonces a nosotras nos ha costado ganarnos ese espacio, y ganar la credibilidad como parte del café”, aseveró.
Trabajo
En ese sentido, Romero Torres destacó que es un gran esfuerzo el que conlleva cosechar el café femenino, pues el trabajo va más allá de la producción y comercialización del grano.
Asimismo, la productora señaló que la carga para las mujeres de Montecristo de Guerrero es mayor, pues han tenido que enfrentar diversos retos, ya que con la migración masiva de sus esposos la dinámica cambió, no sólo en sus hogares, sino en todo el municipio.