El manejo integral para la conservación de suelos y eliminación del fuego dentro de las prácticas agrícolas, son algunas acciones amigables con el medio ambiente que pobladores aledaños a la microcuenca La Suiza, en el municipio de Montecristo de Guerrero, han adoptado de manera satisfactoria.
Los habitantes de la zona han recibido capacitación y seguimiento de especialistas de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn), el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), The Nature Conservancy (TNC) y el Fondo de Conservación el Triunfo (Foncet).
La titular de la Semahn, María del Rosario Bonifaz Alfonzo, visitó la microcuenca para constatar los trabajos que se realizan, reconociendo la necesidad de replicar la experiencia de La Suiza en otras regiones de la entidad.
Fueron los ejidatarios Marcelino Penagos y Armando Roblero quienes explicaron a la funcionaria y demás presentes cómo realizan obras de conservación de los suelos, ya que de ello depende la productividad de los cultivos, la seguridad alimentaria y el manejo de riesgos a causa de lluvias, deslaves y derrumbes.
Se han enfocado también en eliminar el uso del fuego dentro de las prácticas agrícolas, lo cual minimiza el riesgo de incendios dentro de la cuenca.
Bonifaz Alfonzo dijo que existe el compromiso de continuar con las acciones para prevenir los incendios forestales en las zonas más vulnerables.
De igual forma, se fortalecerá la capacitación y el apoyo a productores que están en etapa de transición en sus prácticas cafetaleras y de maíz de esta región, quienes han mostrado un incremento de rendimiento derivado de los trabajos realizados actualmente.
Destacó que por ejemplo el cultivo del café ha incrementado su productividad de tres a 18 o 20 quintales por hectárea, incorporando a su vez obras de conservación de suelos.
En el caso del maíz, gracias al reciclaje de nutrientes, conservación de agua en el suelo y la retención y mejoramiento de este último, se estima que han incrementado los rendimientos de los 800 a los cuatro mil kilos por hectárea, lo que repercute directamente en la nutrición y economía de los productores y sus familias.