Próximo gobierno debe mantener disciplina fiscal
Estiman que se impulsará mucho más el uso de la fiscalización inteligente. Carlos López / CP

El próximo gobierno federal, por las características que se vislumbran, va a llegar con un pie fuerte a mantener la fiscalización de manera contundente, focalizándose en el ámbito del poder empresarial. Son 12 mil 500 empresas que hoy forman parte de los grandes contribuyentes y que producen prácticamente la mitad de los impuestos.

Recaudación

Así lo consideró Rafael Lores, contador público fiscalista. Añade que el tema digital es el arma perfecta y que habrá muchos motivos nuevos para recaudar, en el sentido de la explotación de la propia data y demás ámbitos de control que se han gestado a través de estos actos.

“Creo que se va impulsar mucho más el uso de la fiscalización inteligente, digital, como el medio más rápido y contundente para recaudar lo que el país necesita para el gasto público. No se vislumbra una reforma fiscal integral en el corto plazo.”

Néstor Gabriel López, también contador público fiscalista, comentó que México se encuentra entre los 25 países preferentes para inversión extranjera, la segunda después de Brasil en América Latina, el reto será continuar con la estabilidad, porque ya se vio el primer impacto en la Bolsa Mexicana de Valores al darse a conocer los resultados de las elecciones pasadas.

Incertidumbre

Es una realidad que no es bueno concentrar en un solo partido político todo el poder, si eso genera incertidumbre al interior del país, para los inversionistas extranjeros es mayor, por eso dio la caída en la Bolsa Mexicana y otras más.

Considerando los compromisos internacionales, lo que pudiera lograr México es aterrizar con mayor fuerza la instrumentación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y el Grupo de Acción Financiera Internacional.

Lo que se clama al interior del país, es que haya mayor formalidad de las operaciones e incrementar el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) para aumentar la recaudación de una manera sostenida y, sobre todo, pluralizada, puede haber un doble discurso, la necesidad de recaudar contra la ser empático con la población que prefirió darle el poder a un partido.