México tiene el registro de 50 millones de trabajadores en el sector público y privado, pero no todos están comprendidos en el reparto de utilidades, solamente aquellos del sector privado que representan el 44 % del universo, que es poco más de 22 millones.
El reparto de utilidades se constituye como un instrumento de desarrollo y justicia social, en relación a que uno de los grandes logros que han tenido con este tema es atender el esfuerzo retribuido de los trabajadores en beneficio de productividad de las empresas, que a la postre se traduce en competitividad económica.
Especialista
Así lo comentó Néstor Gabriel López, fiscalista de asuntos nacionales e internacionales, agregando que no hay mejor estimulo “que más dinero en el bolsillo de los trabajadores. Si bien el reconocimiento cuenta, más recurso repartido de forma equitativa incrementa la motivación y la productividad laboral”.
México no es el único país que tiene implementado el esquema de reparto de utilidades. Aunque la mecánica ha sido muy propia, a partir del 2021 se adicionó dentro del modelo unos límites que han provocado descontento, incluso algunos amparos que ha motivado a la Suprema Corte de Justicia a ratificar el procedimiento de cálculo.
Antes la Ley Federal del Trabajo, en referencia al sector privado, decía que respecto al reparto de utilidades se fijaba en un monto del 10 % sobre una utilidad determinada conforme al Impuesto Sobre la Renta (ISR), lo que se repartía en dos mecanismos, sobre días trabajados y sueldos percibidos.