Las desigualdad estructural de las comunidades zoques de Chiapas se agudizó tras el paso del huracán Eta, a finales del 2020, que dejó a 54 mil 976 personas damnificadas, de acuerdo con la investigación de la organización Artículo 19.
Fue en noviembre del citado año, cuando el huracán Eta impactó en el territorio mexicano y con ello gran parte de Centroamérica. Las cifras oficiales reportadas en Chiapas incluyen la muerte de 20 personas, 2 mil 845 viviendas dañadas, 26 tramos carreteros interrumpidos por deslizamientos de ladera inestable, el desbordamiento de cinco ríos, tres comunidades incomunicadas por inundación, y muchos otros daños materiales.
“El impacto social y económico fue particularmente duro para pueblos indígenas y rurales, cuyas necesidades no fueron atendidas oportunamente. Esta carencia visibiliza la complejidad que implican estos eventos”, analizó Artículo 19 en el informe titulado ‘La importancia del derecho humano a la información en contextos de desastres: El caso del huracán Eta en Chiapas”.
Aunque la organización reconoció los esfuerzos en la materia, dijo que el derecho a la información no figura en las prioridades a la hora de prevenir, atender o mitigar un desastre. En el caso del pueblo zoque —ubicado en el norte de la entidad—, enfrentó al huracán con retos históricos y estructurales a cuestas tales como la discriminación, la marginación y la pobreza.
Para el estudio realizado por la organización, también defensora de los derechos de periodistas, se llevaron a cabo 108 solicitudes de información a los tres niveles de gobierno, a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
Hizo hincapié en que la eliminación del instrumento de política financiera de atención a desastres como el Fonden, sin una alternativa para sustituirlo, refleja una falla y omisión de diseño de la política pública.