Las quemas agrícolas “son escenarios que realmente están empezando a ser severos, porque hemos identificado que las concentraciones de las partículas en momentos específicos llegan a triplicar el límite máximo permisible que es establecido por la normatividad ambiental” en Tuxtla Gutiérrez, resaltó el investigador Emmanuel Díaz Nigenda.
Escenario
En el seminario “Estudio del cambio climático de Chiapas desde el quehacer del cuerpo académico” para la Unión Geofísica Mexicana, el especialista resaltó que si bien, durante todo el año no se alcanzan los indices de ciudades como Monterrey, Ciudad de México y Guadalajara, sí existe una temporada en la que la contaminación es severa.
“Nosotros tenemos un periodo muy marcado en la cual la calidad del aire es muy mala, esto suele ocurrir en la temporada de secas, en los que el estiaje es más fuerte, precisamente en los meses de marzo, abril y mayo, fechas en las que cada vez es más frecuente observar que la ciudad se nos llena de humo”, declaró.
Esta contaminación, determinó, están influenciadas directamente con las quemas de parcelas y los incendios forestales.
Inconsciencia
“Este disturbio parte de la inconsciencia de la población que empiezan a realizar quemas, y si se se sale de control, precisamente la contaminación suele impactar a Tuxtla, una ciudad con poco más de 600 mil habitantes, se forma una capa de humo por debajo del Cerro Mactumatzá, que tiene una altitud de entre 800 y 900 metros sobre el nivel del mar (msnm)”
No solo es el mal manejo de los incendios el responsable de esta capa de contaminación, “el tipo de topografía accidentado, impide la disipación rápida de estos fenómenos”.
Agregó que, desde la academia están estudiando “el impacto que tienen los incendios forestales en toda la región, la influencia en la calidad del aire”, sobre todo por que se están empezando a tener efectos severos en las concentraciones de contaminantes en el aire.