Padres de familia de la Secundaria Federal 1, en la que el pasado viernes resultaron intoxicados más de 30 alumnos que presentaron vómito y desmayo, este martes en la junta exigieron información clara sobre lo ocurrido, pero la directora las evade, incluyendo datos sobre la sustancia sospechosa que ella misma entregó a las autoridades, por lo que fueron suspendidas las clases para hacer una limpieza de las instalaciones donde ya fue clausurada la cisterna por presentar condiciones inadecuadas.
Hay inconformidad entre los padres de familia porque la directora busca dar carpetazo al hecho ocurrido que llevó a una treintena de alumnos a hospitales por presentar síntomas de intoxicación. El temor es que pudiera tratarse de una situación que alteró la salud y que se repita y dañe a los menores si no se toman medidas precautorias.
Con mucho interés los padres de familia acudieron a la Federal uno, donde esperaban un informe pormenorizado, sin embargo, se encontraron con un muro de silencio en torno al tema. Aduciendo que no pueden entrar “gentes extrañas”, la directora impidió el acceso a los medios de comunicación, aunque al final de la reunión las entrevistas reflejaron la inconformidad y el coraje por la forma como se está abordando el tema y la poca importancia que pretenden darle.
Juan Carlos “N” dijo que hay preocupación y temor porque con el silencio se generan sospechas de que haya complicidad y se esté protegiendo a algunos personajes. Señalan que “es extraño que la directora le resta importancia a esta problemática que pone en riesgo la vida de cientos de alumnos ante este tipo de omisiones”.
La falta de responsabilidad de aquellos que tienen en sus manos la educación de los alumnos, la seguridad y la salud, es un riesgo; quizás en esta ocasión no hubo mayores daños, pero en la siguiente los resultados pudieran ser más graves; en esta ocasión una sustancia sospechosa, quizás mañana otra cosa, o incluso armas, por no tomar medidas que permitan la detección de situaciones irregulares.