Tijuaneros con pésimo servicio

El incremento en la presencia de migrantes en la frontera sur de México y la consecuente demanda de boletos que los trasladen a la frontera con los Estados Unidos han generado que varias empresas foráneas provenientes de Ciudad de México, Puebla y Tlaxcala vean una oportunidad de atenderlos; aunque en muchos casos, realizan el transporte con camiones obsoletos y sin revisión alguna de parte de autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Las quejas en ese sentido han ido incrementándose por el mal servicio y esto incluye a algunas empresas establecidas desde hace algunos años en Tapachula, que incumplen con el servicio que ofrecen, tardan más días de los programados para el trayecto y sin que haya sanción alguna por parte de instituciones que deberían velar por los derechos de los usuarios.

En Tapachula hay presencia de más de 15 supuestas agencias, muchas de las que operan con vehículos con placas de turismo, sin excluir algunas regionales que suman innumerables quejas de los usuarios que reportan que los camiones se descomponen en el trayecto, y por lo que tienen que esperar hasta 15 horas para que llegue el camión sustituto.

Los módulos de venta de boletos de los camiones denominados “tijuaneros” son oficinas improvisados en las inmediaciones de los mercados, puesto que no cuentan con una terminal de origen y destino. Además, la dependencia federal es inoperante al no hacer nada.

Las empresas tijuaneras, tanto las improvisadas como las establecidas, han sido denunciadas reiterativamente por no cumplir con sus ofertas y los servicios, ante una presunta omisión de las autoridades del sector, como la SCT.

En las últimas fechas, a estos servicios deficientes de los llamados tijuaneros se han sumado los fraudes de empresas transportistas que aducen tener arreglado el paso de los migrantes con los documentos que porten, porque supuestamente hay tratos con el INM; sin embargo, en más de dos ocasiones han desaparecido horas antes del día establecido para abordar el camión. Nadie sabe de su existencia mientras que los migrantes exigen explicaciones que nadie les puede dar.