Por ser un remanente de bosques de pino, pino-encino y humedal, Rancho Nuevo, zona ubicada a 10 kilómetros del municipio de San Cristóbal de Las Casas, fue decretada hace 31 años como “Zona Sujeta a Conservación Ecológica”.
A pesar del tiempo que lleva este decreto de conservación, las actividades agrícolas y el crecimiento de la mancha urbana de la capital de los Altos, han provocado que especies de flora y fauna se acerquen más a la extinción.
El Periódico Oficial de la Estado de Chiapas publicó este decreto el 28 de marzo de 1990, por los tres tipos de vegetación que se encuentran en dicha zona, y la fauna que habita en cada una; entre esas especies destacan el venado cola blanca, tlacuache gris, cacomixtle tropical, musaraña de San Cristóbal, chipe rosado, colibrí multicolor, tecolote barbudo, nauyaca tzotzil de montaña y dragoncito de labios rojos.
Entre la flora se distinguen especies como pinabete y oyamel, pie de gallo, trencita alpina, maguey chamula, además de orquídeas y helechos.
Asimismo, dentro de las áreas de bosques se han detectado poco más de 42 especies arbóreas y 10 especies de vegetación de humedales.
En una investigación sobre la situación de conservación que tiene la vegetación de Rancho Nuevo, realizada por El Colegio de la Frontera Sur en 2015, destaca que en el caso del bosque de pino-encino, éste posee una alta diversidad y alberga especies que se encuentran en peligro o amenazas de extinción.
El bosque de pino posee una baja riqueza de especies y, en algunas áreas, presenta zonas de alta mortalidad de árboles causada principalmente por descortezadores. “Es un bosque que debe ser manejado aplicando medidas preventivas como el enriquecimiento con especies de árboles nativos para evitar que se siga propagando la enfermedad y reemplazar los árboles afectados”, indica.
La zona de humedal presenta una elevada contaminación del agua, lo que está determinando una baja diversidad de la vegetación y puede tener consecuencias severas en el medio ambiente.
Humedales artificiales
La investigación, presentada en la página web del centro de estudio perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), propuso que para poder conservar la vegetación de Rancho Nuevo era necesario establecer plantas de tratamiento del tipo humedal artificial para procesar el agua antes de verterla al ambiente; misma propuesta que presentaron para los humedales “María Eugenia”.
“Las aguas residuales contaminadas pueden ser purificadas por medio de procesos físicos, químicos y biológicos. Las plantas de tratamiento ‘biológicas’, también denominados ‘bio filtros’, o ‘humedales artificiales’ son cada vez más utilizadas ya que no sólo limpian el agua, sino que mantienen saludable todo el ecosistema natural”.
“Existen especies de plantas como Typha dominguensis, con la capacidad de absorber y acumular los metales pesados en sus raíces y tallos. Esta especie es de las más utilizadas para las planas de tratamientos y crece naturalmente en los humedales de San Cristóbal”.