Ante el inesperado cierre del campus Tuxtla de la Universidad del Valle de México (UVM), padres de familia se manifestaron afuera de las instalaciones de la institución, denunciando la falta de transparencia, afectaciones económicas y psicológicas a los estudiantes y familias; mientras mencionaron ya se encuentran trabajando en acciones legales ante lo que consideran una violación a sus derechos.
Sin previo aviso claro y con solo una hoja informativa, la institución notificó del cierre definitivo, generando indignación, incertidumbre y frustración entre la comunidad estudiantil.
“De la noche a la mañana, cierran la puerta, cierran la casa de estudios, les truncan sus sueños, sus ilusiones y nuestras inversiones”, expresó un padre de familia.
Asimismo, denuncian que no han recibido una justificación oficial ni garantías reales de continuidad académica.
Las alternativas ofrecidas: traslado a otros campus en estados como Puebla o Veracruz, convenios con universidades locales o migración a clases en línea han sido calificadas como “insuficientes, inviables y desorganizadas”.
Calidad educativa
Aseguraron, la UVM ofrecía beneficios que no tienen otras universidades locales como programas de doble titulación con la Universidad de Barcelona, lo cual “no se sustituye fácilmente”.
Además, se cuestiona la viabilidad de alternativas en línea para carreras que requieren práctica presencial, como psicología, donde los alumnos deben realizar prácticas clínicas cara a cara con pacientes.
Un futuro en pausa
Sergio Gerardo Peña Klayen, padre de familia y abogado representante, señaló que la molestia se agrava al considerar que muchas familias organizaron su vida alrededor de este proyecto educativo, haciendo grandes sacrificios económicos.
“Aquí no hay familias fifís, somos padres trabajadores que apostamos por darle a nuestros hijos un mejor porvenir”, reiteró.
Afirmó que además del impacto emocional y académico, el golpe económico ha sido contundente. “Hay alumnos que han invertido más de 100 mil pesos solo en este año escolar. Imagínese perderlo todo sin una revalidación, sin un plan de respaldo”, agregó.
Así mismo, explicó que los procesos de inscripción en universidades públicas como la Unach y la Unicach ya han concluido, dejando sin opciones inmediatas a los estudiantes.
Acciones legales y llamado a visibilidad
El colectivo de padres prepara acciones legales contra la institución y se tienen contempladas alrededor de 800 denuncias de las diversas familias afectadas.
La primera será una denuncia penal por fraude, ya que aseguran que la UVM cobró colegiaturas el 15 de mayo, apenas seis días antes de anunciar el cierre.
También se alistan demandas por daño moral y amparos por violación a los derechos humanos, al considerar que el cierre vulnera el derecho constitucional al acceso a la educación.
“Esto no es solo un problema administrativo. Se están violando derechos fundamentales y nadie da la cara. Ya han cerrado otros campus en otros estados pero han procurado que no se filtre en medios, pero se tiene que mostrar que están violando el contrato por prestación de servicios que tenemos”, enfatizó Peña Klayen.