Un mar de olores y sabores acompañó la algarabía que se vivió en la 1.ª Feria Gastronómica del Chipilín, una especie vegetal de temporada con altas propiedades nutritivas, curativas y de gran importancia en las cocinas modernas y tradicionales del Sureste del país.
Este evento tuvo como sede el parque Juárez, en el barrio Santo Domingo de Tuxtla Gutiérrez, donde desde las 10:00 de la mañana cocineras tradicionales y gastrónomos de distintas instituciones realizaron la expo-venta de alimentos. Tamales, aguas, chipilín de bolita y empanadas fueron los platillos principales que deleitaron a cientos de comensales.
De acuerdo con la coordinadora de Costumbres y Tradiciones Zoques del Instituto de Arte y Cultura (ITAC) de Tuxtla Gutiérrez, en esta primera edición se contó con la participación de más de 20 expositoras y cocineras zoques que compartieron comidas elaboradas a partir de esta planta. A la par, danzantes tradicionales del Grupo de Danza Folclórica Itzcuauhtli dieron “vuelo a la hilacha” al son de la música de marimba, interpretada por la Orquesta Reina Tuxtleca.
El chipilín o chipil es una hoja comestible presente en las cocinas del Sureste de México, cuyos estados de Chiapas, Tabasco y Veracruz son los que mayormente incluyen a esta planta en su gastronomía.
Al respecto, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco Servytur) de Tuxtla Gutiérrez, Hugo Armando Porras Pérez, destacó la importancia de esta planta para los chiapanecos al decir que “es parte de nuestra cultura… Nacimos comiendo chipilín y lo seguimos degustando; cuando alguien viene a visitarnos por primera ocasión, les presentamos una sopa de chipilín y, además, a todo el mundo le encanta porque es un producto con un sabor único”.
Es de destacar que en esta feria también se presentaron comidas de autor; los gastrónomos más jóvenes experimentaron y realizaron panuchos, panecillos rellenos, pan de elote, pasteles de queso con chipilín e incluso helados que tuvieron como base esta planta.
El presidente de la Canaco enfatizó que estos eventos no solo sirven para activar la economía local a través del consumo, sino que también son un canon para el fomento de la cultura y tradiciones gastronómicas zoque.
“Esto es algo que de veras enriquece nuestras vidas; no solo es hacer negocio y generar economía, también es fomentar y fortalecer nuestra cultura”, concluyó.