La Red de Biodigestores de Chiapas, conocida como Biored, fue distinguida con el Premio a la Defensa Ambiental en Chiapas Mariano Abarca 2025, un reconocimiento otorgado por 38 organizaciones mexicanas e internacionales. Se trata de la primera ocasión en que esta distinción recae en una organización de base indígena y campesina que impulsa un proyecto energético local y autónomo, con impactos directos en la salud, el ambiente y la economía familiar.
Se trata de una red integrada por 50 familias de diversas regiones del estado, que ha consolidado un modelo autónomo y sustentable basado en biodigestores que reduce la deforestación, mejora la salud y fortalece la soberanía alimentaria.
El jurado destacó que Biored logró consolidar un modelo único en Chiapas: la producción de biogás y biofertilizantes a partir de biodigestores instalados en comunidades rurales, principalmente de los pueblos tsotsil, tseltal y tojolabal.
Esta alternativa, construida desde la organización social y el trabajo comunitario, ha reducido la tala de árboles, disminuido el uso de agroquímicos y mejorado la calidad de vida de decenas de familias.
Reconocimiento
El Premio Mariano Abarca nació para mantener viva la memoria del activista chiapaneco que denunció los impactos de la minería y que fue asesinado el 27 de noviembre de 2009 frente a su vivienda.
Desde entonces, el reconocimiento busca visibilizar luchas comunitarias en defensa de la tierra y agradecer a quienes “aportan esperanzas y alternativas por un mundo donde quepan todos los mundos”.
Fundada en 2020, Biored surgió con la instalación del primer biodigestor en la comunidad de Chilil, municipio de Huixtán, como respuesta a problemáticas urgentes: enfermedades respiratorias causadas por la inhalación de humo de leña, la deforestación acelerada y la crisis hídrica en zonas altas de Chiapas.
Cinco años después, la red reunió a 50 familias en regiones de los Altos Tsotsil-Tseltal y la Meseta Comiteca-Tojolabal.
Su modelo funciona a partir de talleres, asambleas y trabajo comunitario que permite instalar más biodigestores y compartir conocimientos con otras comunidades y colectivos.
Los biodigestores procesan residuos orgánicos de las pequeñas granjas familiares para generar dos productos clave: biogás para cocinar, lo que reduce el uso de leña y de gas LP.
Además de Biol, un fertilizante orgánico que mejora los cultivos, evita la contaminación del agua y permite a las familias ahorrar o incluso generar ingresos al comercializar los excedentes.
Asimismo, Biored impulsa la captación pluvial con geotanques de 7,800 litros que ayudan a enfrentar la escasez de agua.












