Recibe Biored el Premio Mariano Abarca 2025

Fundada en 2020, Biored surgió con la instalación del primer biodigestor en la comunidad de Chilil, municipio de Huixtán. Cortesía
Fundada en 2020, Biored surgió con la instalación del primer biodigestor en la comunidad de Chilil, municipio de Huixtán. Cortesía

La Red de Biodigestores de Chiapas, conocida como Biored, fue distinguida con el Premio a la Defensa Ambiental en Chiapas Mariano Abarca 2025, un reconocimiento otorgado por 38 organizaciones mexicanas e internacionales. Se trata de la primera ocasión en que esta distinción recae en una organización de base indígena y campesina que impulsa un proyecto energético local y autónomo, con impactos directos en la salud, el ambiente y la economía familiar.

Se trata de una red integrada por 50 familias de diversas regiones del estado, que ha consolidado un modelo autónomo y sustentable basado en biodigestores que reduce la deforestación, mejora la salud y fortalece la soberanía alimentaria.

El jurado destacó que Biored logró consolidar un modelo único en Chiapas: la producción de biogás y biofertilizantes a partir de biodigestores instalados en comunidades rurales, principalmente de los pueblos tsotsil, tseltal y tojolabal.

Esta alternativa, construida desde la organización social y el trabajo comunitario, ha reducido la tala de árboles, disminuido el uso de agroquímicos y mejorado la calidad de vida de decenas de familias.

Reconocimiento

El Premio Mariano Abarca nació para mantener viva la memoria del activista chiapaneco que denunció los impactos de la minería y que fue asesinado el 27 de noviembre de 2009 frente a su vivienda.

Desde entonces, el reconocimiento busca visibilizar luchas comunitarias en defensa de la tierra y agradecer a quienes “aportan esperanzas y alternativas por un mundo donde quepan todos los mundos”.

Fundada en 2020, Biored surgió con la instalación del primer biodigestor en la comunidad de Chilil, municipio de Huixtán, como respuesta a problemáticas urgentes: enfermedades respiratorias causadas por la inhalación de humo de leña, la deforestación acelerada y la crisis hídrica en zonas altas de Chiapas.

Cinco años después, la red reunió a 50 familias en regiones de los Altos Tsotsil-Tseltal y la Meseta Comiteca-Tojolabal.

Su modelo funciona a partir de talleres, asambleas y trabajo comunitario que permite instalar más biodigestores y compartir conocimientos con otras comunidades y colectivos.

Los biodigestores procesan residuos orgánicos de las pequeñas granjas familiares para generar dos productos clave: biogás para cocinar, lo que reduce el uso de leña y de gas LP.

Además de Biol, un fertilizante orgánico que mejora los cultivos, evita la contaminación del agua y permite a las familias ahorrar o incluso generar ingresos al comercializar los excedentes.

Asimismo, Biored impulsa la captación pluvial con geotanques de 7,800 litros que ayudan a enfrentar la escasez de agua.