El escritor y poeta, Balam Rodrigo Pérez Hernández, (Villa Comaltitlán, Chiapas, 1974) recibirá, este jueves 29 de agosto, el Premio Bellas Artes de Ensayo Literario “José Revueltas 2024” por su obra Kraken, que trata sobre el calamar gigante.
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Añadió que, “es un libro que cabalga también entre el ensayo, la investigación científica y la poesía. Utilizo mitos, relatos, conocimientos científicos recientes y antiguos del calamar gigante, desde el conocimiento aristotélico hasta investigaciones recientes de especialistas de cefalópodos”.
Biólogo de profesión, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el autor chiapaneco expresó que además, “el libro tiene una particularidad: es singular, sobre todo por su formato. Lo escribí como si fuera un artículo científico, utilicé mi conocimiento científico y experiencia como biólogo y me pregunté por qué nadie ha utilizado ese formato del artículo científico para escribir un libro más creativo y literario”.
“Es una especie de monografía poética, un diario ensayístico sobre el calamar gigante utilizando la misma metáfora, los mitos, la leyenda que rodea al calamar gigante para hacer un reclamo y un manifiesto de defensa de la bestialidad, de lo salvaje, de que debemos de dejar en libertad y cuidar los espacios naturales que aún quedan o aquellas especies en peligro de extinción incluyendo las desconocidas”, afirmó.
“Creo que los seres humanos tenemos que dejar intactas algunas zonas del planeta, algunos animales y plantas y no destruirlos, dejarlos que vivan en total libertad y me manifiesto también en defensa de la naturaleza salvaje propiamente y en contra de la mercantilización-domesticación -yo le llamo manifestó en contra de la mascotización y jardinización de la naturaleza- ya todo lo queremos tener en jardines, en zoológicos encerrados o en peceras, en jaulas; domesticarlo todo”, externó.
En familia
Balam Rodrigo comentó que el libro lo escribió “estando mis hijos en la casa y mi esposa (Itzel Durán Fuentes), quien me ayudó con uno de los capítulos. Ellos estuvieron presentes mientras yo lo escribía; les fui mostrando cada uno de los pasos, los momentos, las etapas. Es un libro escrito en familia, no tuve que encerrarme ni aislarme, al contrario, es un libro salvaje en muchos sentidos, pero también abierto como el mar. Ella es bióloga y me sirvieron mucho sus comentarios y opiniones. Es un trabajo que no deja de ser colectivo y familiar, lo cual es importante porque luego los escritores dejan como al margen a su familia como si estuvieran solos”.
Con alrededor de 50 premios recibidos (el Certamen internacional de literatura Sor Juan Inés de la Cruz; el Premio internacional de poesía Jaime Sabines; premio bellas artes de poesía Aguascalientes y el premio mesoamericano de poesía, Luis Cardoza y Aragón, entre muchos otros) que lo colocan como uno de los escritores y poetas más laureado de su generación, Balam Rodrigo señaló que el calamar gigante “me llamó la atención, no solo el gigante, sino los calamares en general, desde que estudiaba biología en la facultad de ciencias de la UNAM, se debe también a mi relación con la lectura de libros”.
Significa una confirmación de que, no es que esté intentando escribir ensayo, sino que escribo cuento, ensayo y narrativa -comencé a publicar narrativa que no he publicado- y el hecho de que aspiro a tener una escritura que no sea solamente que me llamen o nombren poeta sino escritor en términos generales. Viene a confirmar también el hecho de que apostar por escribir otros géneros y no solo acotarme al nombrecito de poeta, viene a darle sentido a escribir en ensayo y sobre todo porque hay pocos ensayos de carácter científico en el país. Los hay, pero de académicos y especialistas que bajo esquemas y estructuras teóricas de las áreas del conocimiento a que se dedican los escriben; en este caso es una búsqueda literaria totalmente creativa en la que mezclo ciencia, poesía, el mismo ensayo y distintos tipos de conocimientos, fuentes, referencias e imágenes que yo mismo trabajo. Es un trabajo mucho más amplio que viene a darle sentido a trabajar en esos temas, y sobre todo a algo que ahora es sumamente relevante: la defensa de la naturaleza salvaje frente a la devastación que estamos haciendo del entorno natural y de los ecosistemas; un llamado a la reflexión en este sentido.