Las tandas han representado por muchos años una práctica eficaz de ahorro para millones de mexicanos que han aprovechado los avances tecnológicos a través de las plataformas bancarias, las cuales permiten hacer en pocos minutos transferencias electrónicas.
De tal modo que esta disposición pretende evitar entregar y recolectar el dinero uno por uno; sin embargo, esto podría poner al organizador y a los participantes en la mira del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
De acuerdo con la contadora certificada Irma Pérez Cancino, comentó que si bien el SAT ha dicho que esto no representa una mayor fiscalización para los contribuyentes que realicen dicha práctica, lo mejor es llevar un control estricto de cada depósito que realicen los participantes de la tanda, es decir, que haya un origen verificable del dinero para que se pueda comprobar que ya pagó impuestos.
Especificaciones
El organizador de la tanda debe llevar un registro por escrito de cada participante de cuánto y cuándo recibirán el dinero, así como su Registro Federal del Contribuyente (RFC) y su número de cuenta. Cada participante debe llevar un registro de sus transferencias. También es importante que transfiera el dinero a cada participante cuando le toque recibir la tanda.
Esto es una forma para que el SAT pueda verificar que se trata del mismo dinero que se recibe en la cuenta bancaria cada semana, quincena o cada mes, según lo hayan pactado. Además, es vital que en todas las transferencias se especifique que se trata de una tanda; no obstante, para evitar problemas lo mejor es llevar el control y hacer todo vía electrónica.
Por otra parte, como contribuyentes al momento de hacer la declaración de impuestos, “se debe informar que en una o dos ocasiones al año recibí depósitos vía transferencia por una tanda, y los participantes que recibirán cierta cantidad de dinero por el mismo concepto”. Si el SAT quisiera verificar, para eso servirá el registro escrito que llevan todos.
Reiteró que al momento de hacer las transferencias se debe especificar que es por una tanda, para dar a entender que es parte del salario y que se está transfiriendo para un método de ahorro, que no se trata de otro tipo de egresos o ingresos como venta por catálogo, que eso sí es fiscalizado.
La contadora enfatizó que debe cuidarse la parte de los ingresos y egresos, principalmente si uno participó en tandas y recibió cierta cantidad de dinero por una o dos veces al año. Por ejemplo, si recibo 10 mil pesos, no puedo gastar 15 mil o más porque automáticamente estaré en el ojo del SAT, por discrepancia fiscal.