Reconocen a guardianas de reserva Selva El Ocote

Un grupo comunitario en proceso de fortalecimiento que está compuesto en más de su 50 % por mujeres y que además es el primero en ser liderado por una, es el Comité de Vigilancia y Monitoreo Comunitario del ejido Las Merceditas, mismo que ha logrado cambios sustanciales en la sensibilización y acciones de conservación en la Reserva de Biósfera Selva El Ocote.

De acuerdo con los integrantes de la dirección de la reserva, Manuel Jesús Castellanos Vázquez y Jorge Alexis Torres Cruz, en las comunidades del complejo las personas se han sensibilizado y cambiado sus hábitos de cacería para realizar acciones de conservación de la biodiversidad.

“Actualmente, prefieren capturar a las especies a través de cámaras trampa y fotografía como parte de su labor como vigilantes y monitores comunitarios”.

En 2018 nació el Comité de Vigilancia y Monitoreo Comunitario ante la necesidad de proteger el corredor biológico ubicado en la zona sureste del estado, perteneciente al municipio de Cintalapa de Figueroa, entre los Chimalapas, en Oaxaca, y la reserva Selva El Ocote, en Chiapas.

“Con dicho grupo se trabaja de manera permanente a través del Programa para la Protección y Restauración del Ecosistema (Prorest) de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Actualmente este grupo comunitario se encuentra en proceso de fortalecimiento de capacidades, y es el primer grupo liderado por una mujer, lo que ha generado el interés de más mujeres de la comunidad, quienes actualmente integran más del 50 % del total del grupo.

Colectivo

Entre sus integrantes se encuentran personas mayores, adultos y jóvenes que complementan el conocimiento colectivo sobre el ecosistema, así como de las herramientas electrónicas que utilizan para el registro de las especies.

Como vigilantes y monitores comunitarios realizan recorridos a lo largo de transectos que pueden llegar a más de cinco kilómetros en terrenos, en busca de rastros e indicios de actividad ilícita como cacería furtiva, tala ilegal, saqueo de especies, entre otras.

Por otra parte, el grupo también realiza recorridos para el monitoreo de biodiversidad a través de un protocolo unificado denominado Sistema Comunitario de Vigilancia y Monitoreo de Biodiversidad (Sicvimob).

“Uno de los principales retos a los que se ha enfrentado el grupo, es a desmitificar ciertas consideraciones sobre algunas especies de anfibios y reptiles que son sacrificados por pensarlos como venenosos o peligrosos”.

Por otro lado, la cacería furtiva es un tema sensible que si bien no se tienen datos concretos sobre este tema, la presencia de vigilantes comunitarios representa un avance en el control y la erradicación de este mal.