Agencias de las Naciones Unidas reconocieron los trabajos e impactos positivos derivados de las actividades con indígenas tsotsiles y tseltales mediante la iniciativa “Masculinidades: hacia una cultura de paz e igualdad”, que aplicó la Secretaría de Igualdad de Género (Seigen).
El proyecto sobresalió de un total de 25 iniciativas participantes, que ante un comité dictaminador se seleccionaron 10 experiencias.
Objetivo
El proyecto de la Seigen tuvo como objetivo promover la reflexión en torno a la construcción de las identidades machistas para generar alternativas de cambio individual, familiar, social y laboral, y centró sus trabajos con hombres indígenas de comunidades tsotsiles y tseltales de entre 30 y 59 años, con cursos pedagógicos, campañas informativas y grupos de acompañamiento.
Sobresalió la metodología del “Teatro del oprimido”, que consiguió que las personas participantes reflexionaran sobre el daño que produce el machismo, saber identificarlo y nombrarlo; las emociones fueron un espejo para ver que es la violencia ejercida sobre las mujeres y niñas.
El jefe de Departamento de Formación y Capacitación de Derechos Humanos de la Seigen, Alfredo Rasgado, sostuvo que a través del teatro los participantes logran identificar, despejarse y hacer los cambios el impacto positivo.
“Este proyecto ha dado la atención de un alto porcentaje de la población de diferentes ámbitos socioculturales, así como el vínculo que se generó con instituciones similares; al menos en la administración pública del estado y a nivel federal, somos la única dependencia con ese tipo de iniciativas del trabajo de género con hombres”, declaró.
El proyecto fue reconocido por ser una estrategia orientada a promover masculinidades no violentas y corresponsables en indígenas y afromexicanos por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Agencia de la ONU para la Salud Sexual y Reproductiva (UNFPA) y ONU Mujeres.