Después del impacto que generó el terremoto de 2017 en la entidad y que dejó afectaciones en 119 inmuebles históricos que estaban distribuidos en 43 municipios, Juan José Solórzano Marcial, director en Chiapas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), anunció que hasta la fecha han quedado a disposición de las feligresías y de las comunidades 67 centros religiosos y se espera que en este 2021 todos estén reconstruidos.
La distribución de las afectaciones quedó de la siguiente manera: 105 monumentos históricos, cinco zonas arqueológicas, nueve museos y casas de cultura; de estas cifras, 91 recintos están bajo propiedad federal, siete más del orden estatal, 14 son privados y siete en supervisión de autoridades municipales.
Con base en los datos del INAH, 26 proyectos se están trabajando de la mano de la Secretaría de Obras Públicas (SOP) del gobierno local, sumado a otros dos que está atendiendo de forma personal el instituto. Se tiene previsto que la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) se encargue de la ejecución de ocho inmuebles, para acercarse más al final de todos los trabajos de rehabilitación.
Aparecen otros casos donde los inmuebles fueron reparados con recursos de “terceros”, un ejemplo muy claro es lo que ocurrió en la iglesia de San Sebastián (Zinacantán), ahí la comunidad aportó para la reparación del recinto religioso; en el caso de “La Pila” (Chiapa de Corzo), se hicieron gestiones y se logró atender la emergencia con dinero de organismos federales; el tercer caso fue el de una institución -muy reconocida- en el municipio de Tonalá.
Aunque se ha reforzado la idea de desaparecer los recursos marcados en el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), Solórzano Marcial aseguró que los insumos están garantizados para la reconstrucción de los sitios en Chiapas y, de hecho, la mayoría de los proyectos ya fueron contratados.
De inicio, el techo presupuestal que autorizó el Gobierno Federal -en ese momento- fue de 650 millones de pesos para todos los trabajos, no obstante, el presupuesto se redujo a 440 millones de pesos para atender a los inmuebles que requieren reparación no sólo de ladrillos, también de los retablos, figuras religiosas y de otros objetos con alto valor histórico.
Al inicio del desastre, el INAH comenzó los trabajos de restauración con los recursos contratados con una empresa bancaria, bajo este concepto se consiguieron 118 millones de pesos en principio para 85 inmuebles, sin embargo, se invirtieron de ese seguro sólo 101 millones de pesos para reparar 47 inmuebles; en 26 espacios la aseguradora presentó controversias.
Hasta el 2020, por el Fonden sólo se habían gastado 30 millones 123 mil pesos para obras menores que se vinculan con la caída de tejas, repellos o afectaciones que no implicaran un daño estructural. Los trabajos de mayor inversión se están haciendo en los templos de Santo Domingo, en Chiapa de Corzo, en el inmueble del mismo nombre pero en San Cristóbal de Las Casas, además de la catedral que también se ubica en ese municipio.
Se suma otro monumento en el Ayuntamiento de Carranza y en el templo de San Lorenzo, en Zinacantán. Se tienen autorizados, según el INAH, otros 32 millones de pesos para completar los trabajos.
Recientemente, la Secretaría de Obras Públicas (SOP) informó de los trabajos que está realizando en la rehabilitación de inmuebles que resultaron afectados por el terremoto del 7 de septiembre de 2017; dentro de las intervenciones que se han hecho se encuentra el templo de San Francisco (con una suma de dos millones 300 mil pesos), sumado a la Catedral en San Cristóbal de Las Casas, con un recurso de 16 millones de pesos.
La dependencia estatal, en un trabajo coordinado con el INAH, explicó de los avances que se llevan en el templo de San José, en Comitán, con una mezcla de recursos que asciende a los dos millones 300 mil pesos. Durante el 2020, la institución retomó los trabajos para rehabilitar 17 monumentos distribuidos en seis municipios.
La indicación que tiene el INAH es agilizar los trámites para concluir con todos los proyectos y, como fase final, quedarse con la supervisión de todas las obras.
Una de las acciones que no ha notado la población de Chiapas, explicó el director del INAH, es el acercamiento que se tuvo con las comunidades, debido a que la reparación de las imágenes implica un tema espiritual dentro de las comunidades, y dichos objetos se guardan con recelo.
El instituto tiene el compromiso de restaurar, con la asesoría de arquitectos y especialistas en el tema, todas las construcciones, monumentos, templos y aquellos edificios que tienen un valor histórico local, además de las imágenes y objetos que son del siglo XVI y XIX.