Como parte de los trabajos de conservación y atención en la zona arqueológica de Chiapa de Corzo, especialistas del Centro INAH Chiapas retiran rellenos en la fachada norte oeste y parte de la alfarda oeste de la escalinata del montículo uno.
El arqueólogo Eliseo Linares Villanueva, coordinador del proyecto de restauración de Chiapa de Corzo y adscrito al Centro INAH Chiapas, comentó que este proyecto inició en el 2019 debido a los daños que sufrieron los edificios uno y cinco de la zona arqueológica por el sismo del 2017 de 8.1 grados.
“Los edificios tenían muchos daños, incluyendo fracturas, fisuras y colapsos de muros que había que atender; el edificio 1 tenía un colapso de un muro de más de ocho metros de largo por cuatro de alto y había una dificultad para su reconstrucción, por lo que lo volvimos a poner en su lugar, porque estaba hasta el cimiento, además el montículo uno presentaba fracturas graves en la parte de atrás y en extremo noroeste”.
El proyecto del INAH está sostenido por recursos de los seguros que tenía la institución con empresas particulares para atender la zona de monumentos históricos y arqueológicos que hayan sufrido efectos de daño por sismo, inundación o por fuego. En el 2019 se cubrió el 60 % y en este 2021 se está cubriendo el 40 % restante con todas las partes que faltaban por restaurar.
Debido a las problemáticas de los edificios uno y cinco, también se dañaron por el exceso de lluvia, no obstante, hubo problemas por la forma en que fue habilitada la zona arqueológica para la visita pública, “se encontraron espacios excavados en el montículo uno que dejaba abierta el área para la evaporación del agua de lluvia y tenía buena circulación, pero se retiró el drenaje a ambos edificios y por ello se concentró mucha agua y además de las arcillas integradas a los nuevo rellenos, al momento de tener agua expandieron los muros de los edificios y causaron las fisuras”.
De este modo, comenta el titular del proyecto, Linares Villanueva, están atendiendo la zona de buzamiento, es decir, las partes que se inflaron y que se volvieron curvas, empujando los materiales provocando un desplome del 15 %, por ello se están utilizando materiales que reaccionen menos al agua, colocando sistemas de salida de agua y están sustituyendo el cemento, que anteriormente arqueólogos sustituían por los materiales naturales con los que estaban construidos y esto generaba fracturas en las piedras calizas y ahora se está remplazando por cal con el 95 % de pureza, con el fin de que haya un mejor juego en los materiales y pueda ser más permeable para que el agua pueda salir.
Estos trabajos de restauración arqueológica comenzaron el 15 de junio y se tiene se tiene contemplado concluir el 15 de julio, con una semana más para acabados del edificio uno de la zona arqueológica de Chiapa de Corzo.