El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) recordó su informe denominado “Reporte diagnóstico sobre los riesgos y obstáculos que enfrentan personas y comunidades defensoras del medio ambiente en Chiapas y Oaxaca”, en el cual revela conflictos latentes con un potencial alarmante.
El Centro expresó que, si bien han disminuido las agresiones contra personas defensoras del medio ambiente en Chiapas durante un par de años, lamentablemente ahora continúa siendo un área crítica.
Informe
El estado de Chiapas registra variaciones en cuanto al número de agresiones registradas. Durante 2019 y 2020 ocupó el segundo y primer lugar respectivamente, mientras en 2021 bajó al quinto lugar con cinco eventos de agresión registrados, incluido uno letal. En 2022 repitió la posición sin registro de agresiones letales. En cuanto al número de conflictos socio ambientales registrados, las cifras varían dependiendo la fuente.
En el año 2022 se identificaron 19 registros; los lugares donde se ubicaron estas agresiones son: Municipio Autónomo Lucio Cabañas con cinco reportes; Chicomuselo tiene cuatro; San Cristóbal de las Casas es más alto con seis; San Juan Cancuc un reporte y Tonalá, dos.
Ocho eventos de agresión fueron cometidos en contra de comunidades indígenas y dos en contra de comunidades equiparables: cuatro en contra de comunidades tzeltales, uno tzotzil, dos maya tzotzil, un maya tzeltal y dos en contra de dos comunidades zapatistas.
Cuatro eventos de agresión estuvieron relacionados con el sector de minería, todas vinculadas al proyecto minero de Blackfire, en Chicomuselo.
Cinco eventos de agresión estuvieron relacionados con la carretera San Cristóbal de las Casas-Palenque.
Las conclusiones
Entre las conclusiones ubicadas por la organización, se encuentra que en ambas entidades federativas los megaproyectos del gobierno federal tienen impactos ambientales y sociales significativos.
“Tanto el Corredor Interoceánico, como el Tren Maya, tienen implicaciones más allá de las inmediatas que necesitan ser valoradas y consideradas en el análisis de los conflictos socioambientales. Estos proyectos traen consigo una serie de obras conexas, así como la imposición de visiones de desarrollo que chocan de frente con la cosmovisión de las comunidades indígenas y modifican sus medios de vida”, consideraron.