Recuerdan la tragedia de peregrinos de 1992
Trayecto de Juan Pablo II por la capital. Carlos Castillo / CP

El Instituto Tuxtleco de Arte y Cultura (ITAC) recordó la tragedia de peregrinos ocurrida el 9 de mayo de 1990, en la que 27 personas fallecieron; entre ellas, el obispo de Tapachula, Luis Miguel Cantón Marín, en el marco de la visita del papa Juan Pablo II a Chiapas.

Incidente

El accidente ocurrió minutos antes de llegar al antiguo aeropuerto “Francisco Sarabia”, en Tuxtla Gutiérrez. Mientras tanto, la efervescencia por la visita del entonces obispo de Roma, Italia, acumulaba un millón de fieles.

El 9 de mayo de 1990, un vuelo de la hoy extinta compañía Aviacsa despegó del aeropuerto de Tapachula para llegar a la capital chiapaneca. A bordo iban 27 personas, entre ellas, el obispo de Tapachula, Luis Miguel Cantón Marín.

El avión perdió altura poco antes de aterrizar, lo que produjo que se estrellara en un cerro. Según la información del servicio de Aeronáutica Civil, el accidente se produjo derivado de una explosión de uno de los motores del aparato.

¿Quién era Cantón Marín?

Monseñor Luis Miguel Cantón Marín, nació en Progreso. En 1952 ingresó al Seminario Conciliar de Mérida, en donde estudió humanidades, filosofía y teología. Fue ordenado sacerdote en 1964 por el arzobispo Fernando Ruiz Solórzano. Desde ese año hasta 1966 fue vicario cooperador de la parroquia de Itzimná, y de 1966 a 1968, asesor del Colegio Central, así como auxiliar de la parroquia de San José de la Montaña y ayudante en el oficio catequístico. En 1972, fue designado capellán de las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús.

De 1968 a 1973, director espiritual, prefecto de disciplina, integrante del Equipo Promotor de Superiores y Maestros, y profesor del Seminario de Mérida. En 1973, viajó a España e ingresó a la Universidad de Pamplona donde obtuvo el bachillerato en teología y, dos años después, la Licenciatura en Derecho Canónico.

Desde 1973, vicerrector, prefecto de teólogos, bibliotecario, capellán de las Madres Teresianas, asesor de las Misioneras de María Inmaculada y director del Movimiento de Convivencia de Vida Cristiana. Fue nombrado rector del seminario en 1980, cargo que ocupó hasta 1984 en que fue designado obispo de Tapachula por el papa Juan Pablo II. Escribió artículos para el “Diario de Yucatán”.