Aunque el pasado domingo se presentó una baja en el río Grijalva, y que provocó una afectación para la prestación del servicio dentro del sector turístico, dicho afluente recuperó su nivel y las actividades se restablecieron en las últimas horas, sin embargo, fue un suceso que sorprendió considerado el llenado que mantienen las presas hidroeléctricas.
Primero. El reporte del Organismo de Cuenca Frontera Sur (OCFS) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), reportó que en la cuenca del Grijalva la presa hidroeléctrica La Angostura tenía un 46.18 % de llenado, mientras que Chicoasén (hasta ayer 21 de noviembre) se encontraba al 77.48 %.
El bajo nivel en el río duró 24 horas, es decir, a partir del pasado lunes las actividades se reanudaron por parte de los sectores turísticos, que no solo involucra a los lancheros, sino también a quienes se dedican a una prestación del servicio en los alrededores del Cañón del Sumidero.
En tanto, el OCFS añadió que en el caso de la presa Malpaso, que tiene una elevación de 166.86 metros sobre el nivel del mar, se encontraba al 53.52 % del llenado. El detalle de que se baje el nivel del río, sin que haya un aviso previo, trae como consecuencia que algunas agencias se vean afectadas con los recorridos que proyectan hacia la zona.
Atractivo turístico
Se debe recordar que el Cañón del Sumidero es uno de los atractivos más importantes que tiene la entidad, y cuando no se puede hacer la navegación, los números no son favorables para ofertar al turista algún viaje, lo que impacta en la economía que se mueve a través de esa belleza natural.
Hasta antes del 2018, que bajara el nivel del río era frecuente, cuyas embarcaciones trabajaban por algunos días, pero habían reuniones en la que asistían varias dependencias para establecer acuerdos para permitir la navegación.
Finalmente, el resto de las presas, como Peñitas, está a un 79.92 % de su máxima capacidad, mientras que las de vertedero libre, que es la Juan Sabines, se ubica al 102.1 %, y la Rosendo Salazar se ubicó al 66.8 %.