Danzantes de la comunidad zoque de Tuxtla Gutiérrez recorrieron las calles céntricas de la ciudad para celebrar a San Miguel Arcángel, durante esta celebración se realizó el baile de Hata Miguel-etzé, una danza zoque olvidada por más de 80 años y que apenas fue recuperada.
Juan Ramón Álvarez Vázquez, encargado del baile, explicó que desde hace nueve años se propuso rescatar esta danza, la cual se suele realizar durante ocho fechas específicas del año.
En el día de San Miguel Arcángel, durante todo el día suelen visitar barrios como: San Jacinto, Niño de Atocha, Guadalupe, Cerrito, Lomita, Canoitas, Calvario, San Francisco, San Roque y Santa Cecilia, principalmente las casas donde se celebra este santo.
Petición
Álvarez Vázquez explicó que la danza de Hata Miguel-etzé también se hace para pedir el cese a las lluvias “para que el elote se haga mazorca”. Este culto es de importancia en los pueblos indígenas y fue introducido por los frailes dominicos.
Aunque con algunas variantes, esta danza zoque se suele realizar en otros municipios como Chapultenango, en la comunidad Nuevo Carmen Tonapac, perteneciente a Chiapa de Corzo, y en Copainalá.
Personajes y baile
Al ritmo de siete sones provenientes del tambor y carrizo va contando la historia. Personajes caracterizados de diablos y ángeles pelean por San Miguel Arcángel, quien ha sido capturado por los diablos.
Tras rescatarlo, San Miguel manda al infierno a sus captores y en señal de victoria les prende una carrillera de triquis en los pies para simular la llegada del diablo al inframundo.
Esta representación forma parte de la tradición zoque de Tuxtla Gutiérrez, la cual muchas veces es desconocida por sus habitantes, por lo que Álvarez Vázquez pidió conservarla y difundirla pues afirma que es la esencia viva de nuestros ancestros.