En lo que va del año, los monitores comunitarios del Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies Prioritarias (Prorest) de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) han obtenido durante sus recorridos permanentes dos registros de monos araña en la reserva de la biosfera La Sepultura.
Junto con el tapir y el jaguar, este homínido es considerado una especie prioritaria. Los proyectos de vigilancia y monitoreo en la reserva se realizan de forma consecutiva desde hace cuatro años.
La comisión informó que los registros de este primate corresponden a distintas zonas del Área Natural Protegida (ANP). El último registro fue la semana pasada, en el marco de la Semana Nacional de la Conservación.
Cabe mencionar que también se cuentan con registros del mono araña en el sitio de primera intervención de Paisajes Sostenibles, el cual funciona como corredor biológico de la especie entre esta reserva y la zona de los Chimalapas.
Peligro de extinción
El mono araña se encuentra en peligro de extinción en la NOM-059-SEMARNAT 2010, además de hallarse en un espacio cada vez más reducido debido al tráfico ilegal de especies y las afectaciones medioambientales, producto del ser humano.
En el caso particular de La Sepultura, gran parte del deterioro del hábitat se debe a que la mayor parte de los bosques de pino (42 % de la reserva) y una extensión considerable de las selvas medianas subperennifolias y bajas caducifolias están convertidas en zonas de pastoreo extensivo para el ganado bovino.
Una amenaza adicional para la población de primates es la quema anual de dichos pastizales, ya que con mucha frecuencia el fuego se extiende hasta los bosques de encino, bosques mesófilos y selvas medianas aledañas.
Su identificación es importante porque son especies indicadoras del grado de conservación y conectividad entre fragmentos de selva, debido a que cumplen funciones ecológicas muy importantes para mantener la composición y estructura de las selvas; asimismo, son excelentes dispersores de semillas.
El llamado por parte de la Conanp es para evitar la adquisición de animales silvestres, conservando los bosques y su hábitat.