En menos de dos kilómetros, del parque central al jardín botánico, en Tuxtla Gutiérrez, hay 6 °C de diferencia, esto se explica por las islas de calor; las cuales se resienten más en las temporadas cálidas, sobre todo en “estos años que hemos registrado en las modelaciones cifras récord y hemos alcanzado hasta 45 °C” en la ciudad; explica el investigador Williams Vázquez Morales para la Unión Geofísica Mexicana (UGM).
En el seminario “Estudio del cambio climático de Chiapas desde el quehacer del cuerpo académico”, alegó que las modelaciones demuestran diferencias térmicas en la ciudad, donde se aprecia el efecto de la isla de calor generada principalmente por la falta de flora y las plastas de concreto.
“Cuando hacemos un cambio de uso de suelo al pasar de una zona de vegetación a una zona urbanizada vemos variaciones en la temperatura, y en estos años hemos tenido cifras récord, hasta casos de 45 °C. En la capital nuestro clima es cálido pero oscila entre los 35 o 40 grados, al llegar a 45 °C se resiente como un efecto importante”, dijo el especialista.
Investigación
El también integrante del Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Iigerrcc), recalcó una investigación a través de imágenes satelitales sobre las temperaturas máximas alcanzadas en Chiapa de Corzo ante su crecimiento urbano.
“Hemos encontrado temperaturas muy elevadas sobre todo en las zonas más urbanizadas, en un análisis preliminar logramos ver que en marzo del 2023, se puede llegar a alcanzar hasta 46 °C en algunas en los horarios y días despejados con mayor intensidad de de radiación”, declaró.
Los suelos descubiertos, explicó, es donde se resienten las máximas temperaturas.
Regresó a los análisis de Tuxtla y sostuvo que hay esperanzas, pues aún existen pequeñas islas frías dentro de la ciudad, localizados en los parques urbanos.
Además describió que en parque central, gracias a los nuevos sistemas de vegetación, se observó una variación en las temperaturas.
Indicó que se necesitan conservar los árboles grandes de la cuidad, ya que estos generan sombra y una reducción en las máximas.
“Si se va a realizar alguna acción de siembra de árboles, deben ser árboles endémicos y que no generen daños a las estructuras”, determinó.