Investigadores registraron por primera vez en México la presencia del murciélago lancero mayor (Phyllostomus hastatus), una especie de gran tamaño cuyo hábitat se registraba en Sudamérica y hasta Guatemala y Belice. Los ejemplares fueron capturados en abril y julio de 2024 en Marqués de Comillas, Chiapas.
Este hallazgo, realizado en 2024, por investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), amplía la distribución conocida de la especie 120 kilómetros al norte de su rango documentado y eleva a 146 el número de especies de murciélagos registradas en el país.
El Phyllostomus hastatus es el segundo murciélago más grande del continente americano, superado solo por el murciélago espectral (Vampyrum spectrum). Puede pesar hasta 100 gramos y alcanzar una envergadura de 60 centímetros. Se distingue por su nariz en forma de lanza y pelaje oscuro con reflejos dorados.
Alimentación
Señalaron que es omnívoro: consume frutas, insectos y pequeños vertebrados, lo que lo convierte en un actor clave en la dispersión de semillas y el control de poblaciones animales como ratones, aves y otros murciélagos.
Los ejemplares fueron capturados durante un proyecto de vigilancia de virus en fauna silvestre. Fueron encontrados en el interior de una ceiba a orillas del río Lacantún, compartiendo refugio.
Este descubrimiento confirma que la Selva Lacandona funciona como un santuario para especies que antes se consideraban restringidas a Sudamérica y Centroamérica.
En este estudio, los Phyllostomus hastatus analizados no presentaron flavivirus ni alfavirus, aunque otras especies sí dieron positivo, lo que subraya su papel en la detección temprana de patógenos emergentes.