Requieren indígenas políticas de salud inclusivas
El investigador señaló que las políticas públicas deben ser acordes a cada contexto social. Diego Pérez / CP

En el territorio mexicano habitan 68 pueblos indígenas, cada uno hablante de una lengua originaria propia, las cuales se organizan en 11 familias lingüísticas y se derivan en 364 variantes dialectales.

En el mundo existen más de seis mil 700 lenguas, el 40 % agoniza por falta de hablantes. Históricamente han enfrentado diversas desigualdades en salud, tienen tasas más altas de precariedad, discapacidad y una esperanza de vida menor.

Investigador

Héctor Javier Sánchez Pérez, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), unidad San Cristóbal de Las Casas, comentó que estas disparidades reflejan la necesidad de políticas de salud más inclusivas y adaptadas a las necesidades específicas de estas comunidades.

El doctor en medicina con especialidad en salud pública, señaló que esta situación no es exclusiva de México, sino a nivel mundial. Se reconoce que actualmente debe haber 476 millones de personas de pueblos originarios; muchos continúan con las mismas carencias que han tenido desde tiempos ancestrales.

“A nivel global tienen mayores tasas de desnutrición, de mortalidad por enfermedades prevenibles, como la tuberculosis, infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarréicas agudas, el VIH, paludismo y otras; esto asociado a menores niveles de acceso a servicios de salud”, relató.

También enfrentan menor educación sobre cuidados de la salud, acceso al agua potable y saneamiento, mayores tasas de muerte materna, embarazos adolescentes, todo combinado con mayores tasas de natalidad y violencia de género.

Pandemia = brecha

Mencionó que la pandemia, según diversos estudios, aumentó la brecha digital con sus pares no indígenas, eso influye en la falta de acceso económico y geográfico a la cobertura de internet y para los dispositivos electrónicos para conectarse, incluso por la falta de energía eléctrica en algunas poblaciones.

La pandemia dejó ver la brecha que existe con las comunidades indígenas en temas de salud, porque generalmente son los últimos en recibir inversiones públicas en servicios básicos e infraestructura, a su vez enfrentan múltiples obstáculos para participar en la economía formal y tener acceso a la justicia.

A la par se ha minusvalorado la riqueza que tienen las medicinas tradicionales de los pueblos originarios, no hay reconocimiento a ciertos conocimientos ancestrales de estas poblaciones, con aspectos muy valiosos e importantes, como las parteras tradicionales indígenas.

Nivel regional

El investigador mencionó que se debe destacar que el programa IMSS Bienestar tiene muchos beneficios y ventajas, sin embargo, tiene el defecto que son políticas nacionales, pero se debe considerar que lo que funciona en Chihuahua no funciona en Chiapas, porque los contextos son diferentes.

“Para empezar, en Tuxtla Gutiérrez la proporción de habitantes indígenas va a ser baja, no sería ni el 10 %, mientras que en Los Altos hay comunidades con el 98 % de población indígena, ese debe ser un reconocimiento en las políticas públicas, también analizar como están distribuidas las unidades de salud”, dijo.

En algunos casos las unidades de salud no corresponden a las zonas geográficas donde están, por ejemplo, una en la Costa y otra en la Selva, son muy parecidas, cuando las condiciones son diferentes, hay diferentes tipos de padecimientos. No se trata de tener indicadores que se deban cumplir a rajatabla.

El modelo mexicano debería ser menos medicalizado y más de tipo comunitario, menos clínico, apostándole mucho a la prevención, que debe enfocarse en las comunidades, pero no solo a través de promotores de salud.